Una palabra domina por completo el discurso entre los economistas y bancos centrales: inflación. Los países de todo el mundo se han encomendado a una batalla sin cuartel contra las alzas de precios con subidas de tipos históricas por parte de la Fed y el BCE. Sin embargo, un país en el corazón de Europa puede convertirse en el ejemplo perfecto de que hay que tener cuidado con lo que se desea. Tras declarar una victoria total sobre la inflación Suiza ahora vislumbra un gran riesgo, algo incluso más peligroso para la economía: la deflación.