Vivienda

El precio de la vivienda usada se estancará en 2023, pero la nueva seguirá al alza

  • El ciclo alcista del precio medio de la vivienda debería agotarse en 2023
  • El acceso a la vivienda de los jóvenes se mantiene como el gran reto del sector

La vivienda encadena siete años consecutivos con alzas de precios que -según el ciclo habitual del mercado-  debería terminar en 2023. Sin embargo, no ocurrirá con la vivienda nueva. Los precios podrían seguir subiendo más allá de esa fecha debido a la falta de stock -especialmente en Madrid y Barcelona-, una demanda más acelerada que la oferta, el incremento de los costes de construcción y la escasez de mano de obra cualificada.

"Hemos apreciado un cambio de tendencia. Parecía que el ciclo se estaba extinguiendo, pero el último semestre de 2021 nos ha sorprendido por la fuerza con la que el precio de la vivienda nueva está creciendo, hasta un 3%. Uno de los factores que influyen en este comportamiento es la demanda del producto, ya que aporta muchas ventajas en cuanto a la posibilidad de espacios más amplios o eficiencia energética. A ello hay que sumarle que hay una oferta insuficiente o la falta de mano de obra", explica Juan Fernández-Aceytuno consejero delegado de Sociedad de Tasación.

En cuanto a la vivienda usada, desde la tasadora inmobiliaria creen que el ciclo está más "agotado", aunque no descartan que se amplíe animado por los Fondos Next Generation EU, que servirán como un revulsivo para este segmento. "Las ayudas van a ir directamente a revitalizar el mercado de vivienda plurifamiliar con mala calidad en la certificación energética. Pueden surgir oportunidades para compradores que quiera invertir y rehabilitar con la ayuda de los fondos para después poner la vivienda en alquiler", asegura Aceytuno. 

Por el momento, la última radiografía elaborada por Sociedad de Tasación desvela que el precio de la vivienda subió un 3% durante 2021, situándose en los 2.551 euros el metro cuadrado. Además, durante el segundo semestre el valor de la vivienda aumentó un 2,8% animado sobre todo por el crecimiento de los precios de la vivienda nueva en todo el territorio nacional. "Es un crecimiento sostenido, prudente y sensato", dice Aceytuno.

El análisis de los expertos habla de una "asincronía" en la subida de precios de la vivienda nueva y vivienda usada. En el primer caso sube sin necesidad de un aumento significativo en el volumen de compraventas, un hecho que sí que se aprecia en el mercado de la vivienda global, donde el volumen de compraventa de vivienda usada es mucho mayor. "Este hecho puede ser debido a una existencia limitada de oferta de vivienda nueva que provoca que prácticamente todo lo que se construye con sentido se venda con rapidez", explican desde Sociedad de Tasación.

Durante los primeros diez meses de 2021, las transacciones de obra nueva subieron un 39% interanual, frente a la vivienda de segunda mano, que crecieron un 35%. 

Sobre el impacto que la inflación en el mercado inmobiliario, la tasadora asegura puede influir en la intención de compra y/o inversión. "Su evolución alcista en 2022 podría espolear, a su vez, una subida de los tipos de interés y, al mismo tiempo, neutralizar la posición del inmobiliario como un valor refugio frente a otras alternativas de inversión", dicen desde la tasadora. 

Los jóvenes

El acceso de los jóvenes a la vivienda se mantiene como el gran reto del sector, según Sociedad de Tasación. La crisis económica derivada de la pandemia también ha tenido su impacto en el segmento de los jóvenes, ocasionando un aumento de la inestabilidad laboral, incrementando la incertidumbre y dificultando su acceso a la primera vivienda, debido a la falta de ahorro y los bajos salarios.

Ante este problema creen que es necesario implementar políticas activas de oferta y financiación responsable, que se puedan traducir en iniciativas que faciliten el acceso de la vivienda, como por ejemplo el help to buy.

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