
Precios más bajos y condiciones de reserva ultraflexibles. Esos son los dos grandes cambios que están aplicando los propietarios de viviendas turísticas de cara a la temporada estival. El objetivo es estimular la demanda y llegar al 40% de ocupación media al año. La previsión está lejos del 90% que se alcanzó antes de que estallara la pandemia, pero hay que tener en cuenta que el sector lleva más de un año y medio prácticamente parado.
"Hemos pasado de cero a tener un crecimiento exponencial. Es verdad que ahora hay alegría, pero tenemos que ser prudentes. Además, como otros muchos sectores, estamos siendo muy empáticos en cuanto a precios -con descuentos del 15%- y políticas de cancelación", explica Tolo Gomila, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos (FEVITUR).
Los propietarios son conscientes de que todo dependerá de cómo avance la incidencia de contagios y de que no cuentan con la aportación del turista internacional, al menos no en la medida en la que les gustaría. "Estamos muy preocupados por el mercado de Reino Unido, Alemania y Escandinavia, y por su incidencia en los destinos de costa y en los archipiélagos", añade el responsable de la Federación, que representa a 185.000 viviendas en toda España.
La escasez de turistas internacionales ha vuelto a coronar al turista nacional como el protagonista del verano. Por lo general, busca destinos menos concurridos para pasar las vacaciones. "Ahora los turistas eligen zonas de interior menos masificadas que la costa ya que prefieren no mezclarse con otras personas", dice Gomila.
Ese es, precisamente, otro de los cambios que ha propiciado la pandemia y que -de momento- se mantiene. Lo mismo ocurre con la tipología de los establecimientos vacacionales. Los más demandados son las villas, chalets unifamiliares y casas grandes. También han subido con fuerza las reservas en destinos rurales.
Lo que no ha variado son los tiempos de estancias. La media es de 5,6 noches en los destinos vacacionales y de 2,8 noches en destinos urbanos.
La menor ocupación y el descenso de los precios se traducirá en pérdidas abultadas para el sector. Por el momento, desde FEVITUR prefieren no hacer estimaciones, aunque confían en que sean inferiores a los 9.000 millones de euros de 2020.
Trasvase de viviendas
La pandemia aceleró el trasvase de viviendas de uso turístico al residencial hasta un 40% en los meses de menor actividad económica. Sin embargo, la reactivación turística ha provocado que esa tendencia se haya frenado. "El verano ha generado ciertas expectativas y el trasvase se ha parado. Parte de la oferta que se fue al alquiler por temporadas está regresando de nuevo al alquiler vacacional", explican desde la Federación.
Los últimos datos publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) cifran en un 8,3% el descenso de viviendas turísticas desde agosto de 2020 hasta febrero de 2021. En España hay algo más de 294.000 viviendas de ese tipo anunciadas en plataformas digitales que ofertan cerca de 1,5 millones de plazas.
Andalucía, Cataluña y Comunitat Valenciana son las regiones con mayor número de viviendas. Por el contrario, Navarra, Extremadura y La Rioja tiene la oferta más reducida del país.