Vivienda - Inmobiliario

Las grandes ciudades chinas eliminan el precio mínimo a las promotoras inmobiliarias

Viviendas en construcción en China.

Las denominadas ciudades de primer nivel (Shanghai, Pekín, Guangzhou o Shenzen) empiezan a mover ficha para atajar la crisis inmobiliaria que atraviesa el país. El objetivo es atraer compradores de viviendas a través de incentivos y rebajas de precios. Entre estas medidas está la de eliminar los precios mínimos a las promotoras, para que puedan hacer más atrayente la compra de vivienda.

Tras la reunión del Tercer Pleno del Partido Comunista de China el pasado mes, las ciudades tienen ahora mucho más margen de maniobra para establecer políticas locales acerca de la propiedad.

Zhengzhou, capital de la provincia de Henan, en el centro de China, donde están los mayores centros de fabricación de iPhone de China, pusieron fin al uso de precios orientativos para las viviendas nuevas, eliminando así el límite para que los promotores establecieran precios en función de la demanda del mercado. Varias ciudades chinas, incluidas Shenyang, Lanzhou y Ningde, ya habían eliminado las restricciones a los precios de venta a principios de este año, según los medios locales.

Por su parte, la metrópolis de Guangzhou, al sur del país, ofrece acceso a la educación pública para aquellos compradores de pisos de categoría privada (los que no construye el Gobierno) en un distrito de la periferia de la ciudad. El anuncio puede leerse en la página web del gobierno local de la ciudad. Esta medida convierte a Guangzhou en la primera ciudad de nivel 1 del gigante asiático el Hukou, es decir, la normativa que da permiso para establecer medidas y así apuntalar la demanda inmobiliaria.

Según informaron los medios locales, la ciudad sureña y principal núcleo económico del cantón de Guangdong, va a ofrecer lo que denominó cuasi-Hukou a los residentes no locales que compren una casa o un piso en el distrito de Huadu. Los compradores podrán enviar a sus hijos a las escuelas públicas locales de la zona.

Por su parte, las otras ciudades de primer nivel (Pekín, Shanghai y Shenzhen) tienen establecidos requisitos de compra de vivienda más flexibles. Los habitantes de estas ciudades han solicitado préstamos para dar la entrada de una vivienda o para hipotecas, pero se han abstenido de utilizar el incentivo del Hukou, un permiso muy poderoso, equivalente al pasaporte, que los responsables de políticas interiores utilizan para controlar y regular los movimientos de la población, ya que otorga acceso a la vivienda y a los recursos médicos y educativos.

Estas medidas hacen ver que las principales localidades de China están aunando esfuerzos para intentar reflotar el sector inmobiliario del país que está sumido en una profunda crisis. Ahora, con la promesa del gobierno central, tras el Tercer Pleno, de dar más flexibildiad y autonomía a los gobiernos locales para establecer políticas de propiedad basadas en sus necesidades particulares.

Compra pública de viviendas

En todo el territorio chino hay una acumulación récord de viviendas vacías. Según la Oficina Nacional de Estadística (ONE), la superficie de vivienda sin vender alcanzó en marzo los 748 millones de metros cuadrados. En cambio, según el panel de mercado inmobiliario de Bloomberg, esa superficie asciende a 5.200 millones de metros cuadrados de viviendas vacías y sin dueño, lo que equivaldría a 60 millones de pisos sin vender, según el economista Eric Zhu.

Tras el anuncio, el Banco Popular de China (PBOC, por sus siglas en inglés) activó una directiva para los bancos nacionales con la liberación de 300.000 millones de yuanes (unos 40.000 millones de euros) en préstamos destinados a las empresas municipales de vivienda para que adquieran pisos vacíos y los conviertan en viviendas de carácter social y asequibles.

Recientemente se dio a conocer que Shenzhen, principal centro tecnológico del sur de China, sería la primera ciudad de primer nivel en comenzar a comprar vivienda no vendida para responder al llamado del Gobierno.

La sociedad pública local Shenzen Anju Goup, anunció el pasado miércoles que empezaría a adquirir propiedades residenciales para transformarlas en viviendas asequibles y públicas.

A mediados de julio, al menos 20 ciudades o provincias habían publicado políticas detalladas para entrar en este programa, pero Shenzen es la primera ciudad de nivel 1, con 18 millones de habitantes, que entra dentro de este programa de compra de vivienda vacía.

El objetivo de la compañía pública de vivienda, cuentan los expertos, es hacerse con edificios o unidades que no se hayan vendido en áreas correctamente comunicadas con transporte público, con servicios instalados (agua, luz o gas) y cerca de las zonas en desarrollo del centro de la ciudad.

Otro de los requisitos que establece esta localidad para adquirir viviendas es que los proyectos cuenten con todos los permisos necesarios para así poder garantizar el cumplimiento de requisitos de préstamos que piden las instituciones financieras.

Los tipos de inmuebles que adquieren a través del sector público van desde viviendas unifamiliares hasta apartamentos y estudios. En principio, todas deben cumplir con los requisitos de vivienda asequible de Shenzhen, con áreas que no excedan los 65 metros cuadrados, según el comunicado oficial de la ciudad.

Según los datos de Centraline Property, en el mes de agosto Shenzhen tenía 302 nuevos proyectos residenciales y de apartamentos a la venta. De ellos, solo unos 50 ofrecen unidades de menos de 65 metros cuadrados, y la mayoría son apartamentos.

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