
El anuncio de este jueves realizado por el Banco Central Europeo de subir un 0,75 % los tipos de interés tiene como una de las principales consecuencias el encarecimiento de las hipotecas a tipo variable.
Este más que probable incremento supondrá un nuevo golpe a los hogares, quienes ya soportan una inflación interanual del 10,4 %, con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo.
Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) estiman que, si el Euribor cierra el mes de septiembre al 1,9 %, las economías domésticas tendrían que pagar una media de 84 euros más al mes (o 1.000 euros más al año) respecto a lo que pagaban hace un año, en septiembre de 2021.
Este cálculo, según explica la organización, se ha realizado tomando como referencia una hipoteca de 100.000 euros, teniendo en cuenta además que a lo largo del último año el Euribor habría experimentado un incremento de 2,392 puntos, ya que en septiembre de 2021 este valor se situaba en valores negativos (-0,492 %).
A pesar de la situación, desde OCU mantienen que, ante una operación a tan largo plazo como una hipoteca, con vencimientos a 20 años o más, es mejor ser prudente y no precipitarse. "No deben tomarse decisiones a corto plazo en función de una situación extraordinaria y probablemente temporal como es la invasión de Ucrania y el descontrol de la inflación que está provocando", señala la organización sobre el trasvase a una hipoteca de tipo fijo.
Para ayudar a los consumidores en esta decisión, la organización ha planteado diferentes escenarios de evolución de la inflación, a partir de los cuales recomienda mantenerse en el tipo variable o mudarse al fijo. Para los segundos, también ha analizado cuáles son los mejores planes a tipo fijo que se ofrecen actualmente en el mercado.