
Solo el 19% de los edificios de España cuenta con una calificación de eficiencia energética de grado medio/alto. Esta cifra pone de relieve la necesidad de modernizar el parque de viviendas y avanzar en materia de sostenibilidad. Para mejorar el certificado de eficiencia energética de una casa (tiene una escala que va de la A a la G, siendo A la calificación más eficiente y la G la menos eficiente) es necesario reducir la demanda de fuentes de energía no renovables, lo que se consigue invirtiendo en la remodelación del inmueble.
En términos globales, un informe elaborado por Colliers y Balantia estima que la inversión media para mejorar un escalón en el certificado de eficiencia energética de una vivienda plurifamiliar de 90 m2 asciende a 27 euros/m2 para pasar de la letra E a la D. Dicho de otra manera, la reforma supondría un desembolso de 2.430 euros (IVA incluido). Para subir de la letra D a la C el coste medio sería de 71 euros/m2, mientras que alcanzaría los 132 euros/m2 para cambiar la letra C por la B. La inversión llegaría a los 212 euros/m2 para mejorar hasta la letra A.
El texto destaca que la inversión necesaria para llegar a la etiqueta más eficiente (A) es difícil de evaluar, ya que dependerá de la ubicación del inmueble y en muchos casos requerirá un "cambio profundo del edificio, que en algunas ocasiones no será posible sin una demolición del mismo. Por lo que se ha estimado un coste razonable para aquellos casos en los que se pueda alcanzar esta etiqueta mejorando exclusivamente parte de la envolvente y las instalaciones".
El informe elaborado por Colliers y Balantia señala que el aislamiento y la aerotermia son las principales actuaciones que se pueden realizar para aumentar la eficiencia energética de una casa. En concreto, explica que la envolvente se puede mejorar mediante un aislamiento insuflado en fachadas y falsos techo, o con un aislamiento SATE solo en fachada. Por su parte, las instalaciones se pueden mejorar con implementación de aerotermia para ACS y/o calefacción y termo atmosférico para ACS.
El informe calcula que una casa plurifamiliar tipo de 90 m2 que quiera pasar de una calificación E a una D necesitaría una inversión de 19,07 euros/m2 en caso de que se use aerotermia ACS, de 20,13 euros /m2 si se utiliza insuflado para la envolvente y se incluye un termo atmosférico, y de 24,31 euros/m2 en caso de mejorar la envolvente con SATE.
Los expertos estiman que no invertir en la mejora de los edificios que que cuentan con una etiqueta E o inferior supone un derroche de 32.000 millones de euros al año, una inversión que se amortizaría en menos de cinco años.
Ventajas
El informe explica que mejorar la eficiencia energética de las viviendas no sólo representa un compromiso de sostenibilidad y de responsabilidad medioambiental, sino que también aporta ventajas para propietarios, inquilinos e inversores.
En cuanto a los propietarios, ahorran más tras disminuir el consumo energético y pueden acceder a subvenciones y bonificaciones en impuestos de las diferentes administraciones. Además, en caso de querer vender o alquilar su vivienda, podrá hacerlo a precios superiores a otras casas similares con peor calificación energética.
Para el inquilino, una casa con mejor eficiencia energética supone para él una reducción significativa del consumo energético, lo que se traducirá en un menor gasto. Desde el lado del inversor, el texto recuerda que cada vez son más las instituciones, empresas, aseguradoras y fondos de inversión que condicionan la compra de activos inmobiliarios, o en el caso de entidades financieras la mejora de la condiciones de financiación de los préstamos, al cumplimiento de los criterios ESG. "Esto inevitablemente lleva a buscar en los activos la excelencia en sostenibilidad y en eficiencia energética", concluye.