La mayor parte de las viviendas de España, un 87,30% del total, se construyeron a partir de 1950. Las viviendas anteriores a 1950, una cifra de aproximadamente 2,17 millones, son relativamente escasas, suponiendo un 12,70% del total y comparten casi en su totalidad dos características comunes: su fachada se diseñó en algún estilo arquitectónico historicista anterior a la generalización de la estética del movimiento moderno y la probabilidad de que su estructura sea de hormigón armado es muy baja.
En un informe sobre la edad de las viviendas, elaborado por UVE Valoraciones, se analiza que las viviendas construidas entre 1950 y 1979, aproximadamente 8,15 millones, lo que se traduce en un 37,47% del total, corresponden a la época del desarrollismo económico y comparten en su mayoría estructuras de hormigón y una construcción de poca calidad acorde con el bajo nivel económico de la España de entonces. Germán Pérez Barrio, presidente de UVE Valoraciones, comentó a elEconomista que "lo que se construyó entonces es de muy mala calidad, lo que es coherente con un país súper pobre y con problemas de abastecimiento. En estos casos habría que preguntarse si estos 8 millones de viviendas no sería mejor tirarlas por tamaño, por falta de ascensor, cosas que difícilmente se van a corregir con un nuevo aislamiento o nuevas ventanas. Es verdad que la eficiencia energética aumentaría, pero su calidad seguiría en una situación extraña" y añadió a esto que "los cálculos actuales de las estructuras de hormigón no permitirían hacer las de entonces, no quiere decir que se vayan a caer, pero no cumplirían los estándares de calidad actuales".
Las viviendas construidas entre 1980 y 2009, aproximadamente 10,67 millones, un 49,05% del total, se construyeron en general con una calidad creciente cuanto más reciente es su construcción, pero, casi en su totalidad, se hicieron sin aplicar el código técnico de la edificación promulgado en 2006. "Las viviendas que se hicieron después de 1979 probablemente no sean muy buenas desde el punto de vista del aislamiento térmico, pero sin embargo la base sobre la que se trabajaría es suficientemente buena como para que no haya dudas de que merece la pena invertir en ellas" concluyó Pérez Barrio, a lo que sumó que "las mejoras para convertir tu casa en más eficiente también se convierten en que tu casa es de mejor de calidad y además acabas percibiéndola como una casa en la que estás más a gusto".
Las viviendas construidas a partir de 2010, aproximadamente 762.000, el 3,50% del total, se hicieron, en general, aplicando el código técnico de la edificación de 2006, lo que garantiza una calidad constructiva y una eficiencia energética superiores a todas las viviendas anteriores hormigón y una construcción de poca calidad acorde con el bajo nivel económico de la España de entonces.
Eficiencia energética
En este mismo informe se muestra que las viviendas anteriores a 1940 presentan dificultades a la hora de aumentar el aislamiento térmico de sus fachadas porque, en general, tienen fachadas con algún grado de protección arquitectónica y no suele ser posible aislar exteriormente la fachada por lo que sólo queda la opción de aislar interiormente perdiendo algo de superficie. La principal mejora se consigue con la sustitución de las ventanas exteriores por carpinterías de alta calidad con rotura de puente térmico y cristales con doble o triple cámara y cambiando la fuente de energía de la calefacción. En este caso, los muros protegen del ruido exterior pero los forjados suelen ser someros y no aíslan bien del ruido de los vecinos por lo que, si es posible reforzar los forjados o incorporar materiales amortiguadores del impacto de las pisadas, conviene hacerlo.
Las viviendas construidas entre 1940 y 1979 plantean serias dudas sobre el tipo de intervención que sería necesario hacer. Con el paso del tiempo y la acción del calor y de la humedad estos hormigones se alteran químicamente perdiendo resistencia hasta el punto de exigir la sustitución de las partes dañadas de la estructura. En algunas estructuras la alteración química ya se ha producido, en otras está por aparecer y las estructuras de esta época que usaron cemento aluminoso deberían ser inspeccionadas periódicamente por el riesgo de que parte de su estructura colapse.
"Este informe se ha elaborado con el objetivo de que cale la idea y que los ayuntamientos tengan instrumentos urbanísticos que faciliten a lo mejor expropiaciones en determinadas zonas o que se delimiten zonas en las que claramente la inversión no va a aumentar el valor y que de esta manera sea más fácil comprar las viviendas en masa y con cambios de edificalidad se sustituyan por barrios nuevos, siempre y cuando respetando los derechos de la gente que viva allí o que vayan quedando, etcétera" explicó el presidente de UVE Valoraciones.
Sobre las viviendas construidas entre 1980 y 2009, desde UVE Valoraciones declaran que "no hay dudas sobre la rentabilidad de acometer reformas que mejoren la eficiencia energética: la calidad de las estructuras y de la obra básica es, en la mayor parte de los casos, suficiente para invertir con garantías en mejoras de aislamiento térmico y acústico y en la sustitución de la fuente principal de energía".
Las viviendas construidas a partir de 2010 "deberían tener ya un grado suficiente de eficiencia energética, lo único de lo que podemos lamentarnos es de que sean tan escasas, ha sido una pena que la herencia de los excesos de construcción del periodo 1998 a 2007 haya sido la extrema escasez de construcción del periodo que comenzó en 2008".