Vivienda - Inmobiliario

Inquilinos asfixiados: la tasa de esfuerzo para pagar el alquiler se dispara desde finales de los 90

  • Los trabajadores destinan una media de 571 euros más de lo aconsejable
  • El número de pensionistas en alquiler se multiplicará por 2,7 en 2040

El acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los grandes problemas estructurales del país. Jóvenes, pensionistas, hogares monoparentales y otros colectivos vulnerables optan por el alquiler a precio de mercado ante la imposibilidad de acceder a una vivienda en propiedad. Sin embargo, el esfuerzo económico que hay que hacer para vivir de renta es cada vez mayor.

El porcentaje de los ingresos del hogar necesario para alquilar una vivienda -teniendo en cuenta el salario medio- ha pasado del 28% en 1997 al 67% en 2020, lo que se traduce en un aumento del 39 puntos porcentuales, según el informe elaborado por EY para ASPRIMA, Políticas de vivienda y su incidencia en el largo plazo. La precariedad laboral, el aumento paulatino de los precios y unas condiciones crediticias y fiscales cada vez menos favorables sobre la vivienda están "dificultado el acceso de este bien protegido a la sociedad española", señala el texto. 

Los trabajadores destinan una media de 571 euros más a pagar el alquiler de lo que deberían para cumplir con los parámetros aconsejables de tasa de esfuerzo (35%). La dificultad es mayor para los pensionistas. Su tasa de esfuerzo asciende al 103,1% en caso de jubilación y al 163% cuando se trata de una pensión de viudedad. 

"Este sistema de sobresfuerzo es relativamente sostenible en la actualidad puesto que tan sólo el 5% de las personas mayores de 65 años vive de alquiler a precios de mercado, pero a largo plazo esta circunstancia se acentuará dado el envejecimiento de la población y una mayor propensión al alquiler de los jóvenes, a los que les resulta muy complicado -y en muchas ocasiones imposible- ahorrar para poder dar el salto a una vivienda en propiedad", explica el informe de EY para ASPRIMA. 

El colectivo de pensionistas seguirá ganando peso en el mercado del alquiler. Se espera que en 2040 su presencia  se multiplique por 2,7, mientras que su esfuerzo medio superará la barrera del 100%. Actualmente, ellos pagan una media de 784 euros más de lo que deberían por vivir en una casa alquilada. 

En el caso de los jóvenes, la proporción de estos en la modalidad de alquiler ha pasado del 25% en 2006 al 45% en 2020. "Esta situación empeorará con el paso del tiempo y en muchos casos se volverá estructural, ya que los jóvenes se están viendo abocados al alquiler al no contar con ahorro previo", advierte el informe. 

Como medidas para paliar esta situación, los expertos recomiendan poner en marcha medidas que aumenten el parque de viviendas disponibles y que faciliten el acceso a las mismas. Cita, por ejemplo, la introducción de incentivos fiscales para la promoción de nuevas unidades, la recuperación de los estímulos destinados a facilitar la compra de viviendas, el fomento de modelos alternativos al alquiler tradicional como el Build to Rent o la colaboración público-privada para aumentar la oferta de vivienda tanto libre como asequible.

Respecto a los incentivos destinados a fomentar la construcción de viviendas, como los créditos fiscales por construcción de viviendas, el texto recuerda que   estimulan la construcción de nuevas unidades y disminuyen los precios de estas.

"Estas medidas, combinadas con la agilización de los plazos para la obtención de licencias, y planes destinados a incrementar la oferta de suelo disponible, como el Plan Vive de la Comunidad de Madrid, repercuten en un menor precio y en un aumento de la oferta de viviendas", concluye el informe.

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