
El mutismo que envuelve estos días las negociaciones del presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, para su entrada en el capital de Talgo contrasta con los múltiples nombres que resuenan como posibles compañeros de viaje en la aventura emprendida por el directivo siderúrgico.
De hecho, es prácticamente unánime el respaldo del ámbito económico, empresarial e institucional a su iniciativa de 'rescatar' al fabricante ferroviario, en esta etapa en la que Trilantic Europe, su accionista mayoritario, quiere apearse en la próxima estación.
Tras el veto a la opa del consorcio húngaro Magyar Vagon por parte del Ejecutivo de Pedro Sánchez por considerar a Talgo como empresa estratégica para España, la propuesta del grupo industrial vasco es una opción idónea para dar salida al fondo de inversión y asegurar la continuidad de la actividad.
Desde que el pasado 16 de octubre se confirmara por parte de Talgo haber recibido una manifestación de interés por parte de Sidenor para adquirir todo o una parte del capital de la compañía, varias son las opciones que se barajan para apoyar a la siderúrgica en la operación. El Gobierno Vasco fue el primero en ratificar su apoyo al empresario Jainaga en caso de prosperar su propuesta de compra.
El propio lehendakari, Imanol Pradales, expresó su confianza en que Sidenor y Talgo alcancen un acuerdo para dar estabilidad al fabricante de trenes y poder articular "un acompañamiento industrial que refuerce a la compañía en Euskadi". En estas palabras se evidencia el objetivo de recuperar la sede de Talgo, actualmente radicada en Madrid, en la planta alavesa de Rivabellosa donde trabajan 700 personas.
Al apoyo del Gobierno vasco se suma el del Ejecutivo central, confirmado por el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. El político ha afirmado recientemente que existe la posibilidad de que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) acompañe a Sidenor en su intento por relevar al fondo Trilantic al frente del accionariado del fabricante de trenes Talgo. "El Ejecutivo está para cooperar y ofrecer todas las soluciones que se puedan".
También sigue en pie la oferta de CriteriaCaixa para entrar en la transacción, ya que su condición era ir de la mano de un socio industrial, máxima que se cumple con el grupo siderúrgico vasco. Por ello, el holding que preside Isidro Fainé se mantiene a la espera del avance de la negociación.
Mientras Alantra realiza el análisis financiero y de riesgos de Talgo, contratada por Sidenor, el ecosistema financiero e inversor vasco realiza sus cábalas para su acompañamiento en la operación del empresario vasco.
Arraigo y empleo
En la defensa del arraigo de las empresas en Euskadi, el presidente del PP vasco, Javier de Andrés, ha lanzado la propuesta de que las fundaciones de Kutxabank, BBK, Kutxa y Vital, inviertan en Talgo para mantener la actividad y los empleos creados. Según De Andrés, si las fundaciones entraran en Talgo junto a Sidenor no solo obtendrían recursos, sino que también contribuirían a afianzar la plantilla de 700 trabajadores de la planta alavesa.
Lo cierto es que las citadas fundaciones bancarias han aumentado sus ingresos vía dividendos en los últimos años, gracias a los beneficios obtenidos por Kutxabank, y son una alternativa real de inversión ante las limitaciones regulatorias del propio banco. En los dos últimos años, los accionistas han recibido más de 623 millones para sus obras sociales y actividad inversora.
En este sentido, Vital, que posee un 11% de Kutxabank, ya ha compartido su disposición a respaldar el proyecto de José Antonio Jainaga. Este paso supondrá para la fundación alavesa dar un gran paso en la inversión de empresas vascas, que hasta ahora es muy reducida. No es el caso de la guipuzcoana Kutxa, que tiene el 32% de Kutxabank, o BBK, propietario del 57% del banco que preside Antón Arriola.
Curiosamente tanto las fundaciones Kutxa, BBK y el Gobierno vasco, a través del fondo 'Finkatuz', participan en el capital del fabricante guipuzcoano de ferrocarriles CAF, grupo al que se le planteó su entrada en Talgo, pero que rechazó. Quién sabe si por caprichos del destino acabe finalmente 'hermanado' con el fabricante alavés de trenes.
Volviendo a BBK, fundación que preside Xabier Sagredo, su encaje en la operación de Sidenor para comprar Talgo tiene su sentido. La vizcaína ha ido ampliando su cartera de inversiones y suma cerca de 4.000 millones de euros en activos.
Y la intención es seguir ampliando la misma, con inversión sostenible y en el País Vasco, y de impacto social. Según señaló Sagredo en una entrevista con 'elEconomista.es', su objetivo inversor es la defensa del arraigo y "ayudar al crecimiento económico e impacto social en nuestro entorno".
La entrada en el capital de Talgo junto a Sidenor cumpliría estas premisas.
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