
Valencia es el lugar perfecto para todas aquellas personas que tienen un espíritu aventurero indomable. La cantidad de planes que hay para hacer en sus pueblos cercanos podrían llenar la agenda de cualquiera para sus próximas escapadas. Ya te gusten sus playas o un turismo más de interior, en la Comunidad Valenciana hay actividades para todos. Aquí tienes un listado de excursiones que tienes que hacer ya.
Chulilla
Chulilla es perfecto para un día de domingo en la montaña. Es conocido por su Ruta de los Puentes Colgantes, con el que se puede atravesar la garganta del río Turia en Chulilla. Uno de los pueblos con más encanto de la zona que oculta más de un secreto.
Y es que una vez que se ha terminado esta ruta a gran altura es aconsejable hacer una visita al "Charco Azul", una piscina natural que se ha hecho muy popular desde que se instaló una plataforma de madera. En este lugar el baño está permitido, por lo que no dudes en relajarte un rato siempre con cuidado.
Chelva
Los lugares más escondidos de Valencia pueden llegar a sorprender, haciendo pensar que ya no nos encontramos ni dentro de España. Paseando por el casco histórico de Chelva esta sensación es más que frecuente, ya que a este pueblo se lo conoce como la versión valenciana de Chefchauen, el pueblo marroquí que se encuentra en la cordillera del Rif. Se trata de un rincón de Valencia en el que se puede notar como en su momento convivieron los pueblos musulmanes, judíos y cristianos.

Sin embargo, sus pintorescas calles no son lo único que llama la atención. En esta localidad se estableció un refugio durante la Guerra Civil y tanto este como el museo histórico de Chelva son lugares que bien merecen una visita.
Navarrés
Este punto es la entrada a la zona montañosa del interior. El primer lugar para descubrir los encantos del pueblo de Navarrés es sin duda su calle antigua empedrada que bien recuerda a sus trazados originales en la época musulmana. Antes de explorar los alrededores no te puedes olvidar de visitar tanto la plaza como las iglesias tan pintorescas, así como el Museo Parroquial en la que se muestra algunas piezas de arte sacro.

Los paisajes que envuelven el lugar tampoco se quedan atrás y hay rincones de gran biodiversidad como los Chorradores de Navarrés, unos saltos de agua impresionantes; el Pozo de las Quebradas, con aguas termales; o el embalse de Escalona. Puntos top para la visita.
Anna, la Alhambra valenciana
Este es uno de los municipios más distinguidos de la Canal de Navarrés que impresiona por la Laguna de Anna, una albufera perfecta en el que hacer un picnic e ir de poza en poza. Se permite el baño en las inmediaciones, pero no en la propia albufera.

En el casco urbano una parada obligada sería el Palacio de los Condes de Cervelló con orígenes almohades en el siglo XII. Este castillo es el lugar actual del museo del agua y el etnológico. Las decoraciones impregnan todas las estancias del palacio al más puro estilo árabe, motivo por el que se lo conoce como la "Alhambra valenciana".
Requena
La Casa Mayor del Arte de la Seda, el Palacio del Cid, el Museo de Arte Contemporáneo "Florencio de la Fuente", la Judería, las Cuevas de la Villa... El pueblo de Requena tiene una gran cantidad de puntos de interés para amantes del arte, la historia y la naturaleza. Esta ciudad es uno de los grandes encantos de la zona, declarada como Conjunto Histórico-Artístico en 1966.

No es para menos que esta localidad tenga tantos rincones que ver, ya que su origen se remonta a la I Edad de Hierro.
Buñol
Puede que este sea uno de los pueblos dentro de este listado que más conocido sea para la mayoría y, aunque el resto no tienen nada que envidiar, Buñol destaca entre los lugares que visitar en este verano por su conocida tomatina, una fiesta de interés turístico que se celebra el último miércoles de agosto y consiste en el lanzamiento de tomates maduros entre la multitud de asistentes. Aún estás a tiempo de reservar la fecha antes de que llegue.

Si no quieres mancharte o prefieres otro tipo de actividades puedes disfrutar del casco histórico o hacer visitas a lugares como el Molino de Galán o el Museo de La Tomatina. Sin embargo, Buñol también es naturaleza y no son pocos los paisajes que se pueden visitar como la Cueva Turche o la Hoya de Buñol, conocida como la ruta del agua.
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