
Después de casi un año de bloqueo en el Consejo de Ministros, la Autoridad Portuaria de Valencia ha dado el pistoletazo a las obras de su futura macroterminal de contenedores. Un proyecto cuya inversión se situará cerca de los 2.000 millones de euros y que garantiza el crecimiento del primer puerto en tráfico de contenedores de España, que se acercará a los referentes del norte de Europa: Rotterdam, Amberes y Hamburgo.
La terminal permitirá reforzar el polo empresarial marítimo y portuario que se ha consolidado en torno a una decena de grandes grupos valencianos y multinacionales. Gracias a su actividad, el puerto de Valencia concentra casi el 40% de los tráficos marítimos de exportación e importación de toda España. El último estudio de impacto de la Autoridad Portuaria cifraba en 3.216 millones de euros el Valor Añadido Bruto aportado por su actividad en 2019, el equivalente al 3,07% del PIB autonómico.
El gran protagonista de la macroterminal es la multinacional MSC, la mayor naviera del mundo por capacidad de contenedores, con una flota de alrededor de 800 barcos. Su crecimiento mundial ha ido a la par que su desarrollo en Valencia. El grupo italo-suizo es el principal cliente del puerto valenciano, con alrededor del 50% del tráfico que mueve el recinto. Aunque cuenta desde hace dos décadas con una terminal propia, por su elevado volumen también es el primer usuario de la terminal pública que opera CSP Iberian Valencia Terminal, controlada por la china Cosco y la francesa CMA CGM.
La filial de MSC en España está presente en Valencia desde hace más de 40 años y gestiona su negocio transitario, el transporte en sus barcos, pero también cada vez ha diversificado más hacia la intermodalidad, con la carretera, el ferrocarril e incluso aviones. Hoy el grupo cuenta con cerca de 200.000 trabajadores y 675 oficinas. En España tiene más de un millar de empleados y desde sus sociedades en Valencia genera un negocio anual de 350 millones de euros. Además de su terminal y su actividad transitaria, incluye a Medlog, la filial logística que se convertirá en el socio privado de Renfe Mercancías.
La futura terminal, en la que se ha comprometido a destinar más de 1.000 millones de euros, es su inversión estrella, pero no es la única prevista en Valencia. El grupo de la familia Aponte también tiene en marcha otras, como un nuevo edificio para oficinas con 10 millones de inversión y dos centros logísticos vinculados al puerto, uno de ellos especializado en carga refrigerada en contenedor, con más de 55 millones de presupuesto.
Actualmente la mayor terminal de contenedores de Valencia es la que controlan Cosco y CMA CGM, que facturó el año pasado casi 228 millones de euros y ganó algo más de 30 millones. Por su parte, APM Terminals Valencia, la de menor tamaño y que pertenece al gigante danés Maersk, generó otros 96,4 millones en su último ejercicio.
Una de las peculiaridades de estos operadores portuarios es que su mano de obra no pertenece a la plantilla de estas compañías. Los 1.400 estibadores del puerto trabajan a través del Centro Portuario de Empleo de Valencia, la antigua sociedad de estiba. Una empresa que generó 180 millones de euros el año pasado, unos ingresos que aportan las concesionarias de las terminales como jornales a los estibadores del puerto a través de esa sociedad.
Los contenedores son el corazón de los tráficos del puerto, pero también cuenta con otras terminales especializadas, que van de graneles a ferris. El grupo italiano Grimaldi además de ser dueño de Trasmed y enlazar con Baleares, opera Valencia Terminal Europa, que mueve la mayoría del tráfico de automóviles del puerto, entre ellos los que produce Ford en Almussafes.
Empresas locales
En el tráfico de ferris también se ha consolidado una de las grandes navieras de la Comunidad Valenciana, Baleària. La compañía de Denia y propiedad de Adolfo Utor ha aumentado su presencia en Valencia y se ha preadjudicado una nueva terminal de pasajeros que roza los 100 millones. La naviera alicantina está llevando a cabo inversiones para nuevos barcos y nuevas rutas por 400 millones de euros.
Pero el buque insignia de las navieras de capital valenciano sin duda es Boluda Corporación Marítima, cuya sede precisamente está ubicada en los antiguos astilleros del puerto de Valencia. Hoy el grupo es el líder mundial en los servicios de remolque, con una flota de más de 600 remolcadores y presencia en 148 puertos de más de 50 países. Con un negocio de 886 millones de euros el año pasado, el grupo sigue presente en las líneas marítimas y en las terminales portuarias, especialmente en Canarias.
Precisamente el desarrollo del puerto de Valencia ha dado lugar a varios gigantes logísticos locales. Una de las familias vinculadas tradicionalmente al mundo portuario es la propietaria del Grupo Romeu, que concentra en Tiba su actividad como empresa transitaria para llevar mercancías de empresas a cualquier rincón del mundo.
Uno de sus competidores es el Grupo Alonso, que de una empresa de camiones para dar servicio al puerto y paulatinamente ha crecido como transitaria, con las marcas Operinter y Alonso Forwarding, pero también ha dado el salto al negocio naviero y a la operación portuaria, con una de las terminales multiusos de Sagunto. El grupo empresarial rozó los 1.000 millones de euros consolidados en 2021 y más del 70% de esos ingresos procedieron de la logística y del transporte, con varios centros de almacenamiento y estaciones ferroviarias intermodales en toda España.
Relacionados
- Baleària compra otro ferry de propulsión eléctrica y gas por 170 millones de euros
- El Puerto de Valencia aprueba por unanimidad el pliego para la obra de 656 millones de la terminal
- El Gobierno de Sánchez desbloquea la terminal de 2.000 millones del puerto de Valencia
- Mazón alerta de que el bloqueo a la terminal del puerto de Valencia "está taponando inversiones"