
Los accionistas mayoritarios de Avatel Telecom, Jorge Gómez e Ignacio Aguirre, negocian la venta de la compañía, actualmente en números rojos y con una deuda reconocida en el estado de situación financiera al cierre del ejercicio 2023 de 439 millones. En concreto, Gómez (con el 50% de la sociedad) y Aguirre (con el 25%), mantienen conversaciones con el presidente del operador, Víctor Rodríguez (titular del 25% del operador), y con el fondo Inveready. De materializarse esta transferencia, Rodríguez rompería con sus dos socios en una empresa con 13 años de actividad.
Hasta el momento, según ha podido conocer elEconomista.es, no se ha alcanzado un acuerdo definitivo entre las partes, pese a que fuentes del mercado lo den prácticamente por formalizado por un importe de 500 millones de euros, de acuerdo con la información adelantada ayer por el diario Expansión. "La muestra de interés se encuentra sobre la mesa, a través de un acuerdo de intenciones", advierten a este periódico personas conocedoras de la situación. Las mismas fuentes racalcan que, en estos momentos, "no hay nada cerrado y, por lo tanto, existe el riesgo latente de que la transacción pueda frustarse".
La situación de Avatel atraviesa por horas bajas, una vez que el año pasado registró pérdidas de 22 millones, frente a las ganancias de 5,9 millones del ejercicio anterior. Según las cuentas del grupo, Avatel arrastraba una deuda a largo plazo de 397,4 millones y de otros 42,2 millones a corto plazo a finales de 2023, con el agravante de que la empresa carecía de cobertura de tipo de interés, lo que ha encarecido el coste financiero por el incremento de tipos vivido en 2023. A ese lastre se añadirán en este ejercicio los costes de la regulación de empleo realizada a principio de año con un total de 674 empleados afectados. No obstante, la deuda neta ajustada de la teleco se compensará gracias al acuerdo establecido con Elanta (antigua Lyntia Acces), que prevé reducir el pasivo hasta los 380 millones, con un ratio de endeudamiento que los analistas consideran "elevado", de 6,4 veces ebitda sin ajustar.
El horizonte de futuro se complica aún más una vez que Avatel ha quedado descolgada del reciente proceso de consolidación y de compras en el sector, protagonizado este año por la fusión de Orange y MásMóvil y por la adquisición de Vodafone España por Zegona.
Por otra parte, Avatel ha quedado al margen del reparto de los remedies y acuerdos con terceros operadores de la referida fusión de Orange y MásMóvil, donde Digi ha sido destinatario único de las condiciones a la integración de operadores.
En favor de Avatel juega su posición de tesorería, con 69,3 millones de euros en 2023 y una generación de caja operativa de 48,2 millones de euros. Estas magnitudes, junto con el saldo disponible de un tramo revolving hasta junio de 2026 de un crédito, permite a la teleco afrontar las inversiones previstas y los vencimientos de deuda con entidades de crédito y arrendamientos a corto plazo, por importe de 51,4 millones de euros.
Los acuerdos de Avatel con operadores neutros -como es el referido de Elanta-, aportan oxígeno financiero a la compañía para seguir comprando pequeños operadores locales, tras sumar 182 operaciones completadas.