Telecomunicaciones

STC reclamará entrar en el consejo de administración de Telefónica

  • El grupo saudí hará valer su 9,9% para participar en la gestión
  • La representación le proporcinonaría influencia y acceso a información
  • Los árabes se blindan y Morgan Stanley asume la cobertura
Olayan M. Alwetaid, CEO de STC

Saudi Telecom Company (STC) quiere tener voz y voto en Telefónica. La operadora árabe reclamará, al menos, un puesto en el consejo de administración de la compañía que preside José María Álvarez-Pallete una vez que haya obtenido la autorización del Gobierno para materializar la toma del 9,9% del capital del operador español, según han confirmado fuentes próximas a la operación consultadas por este periódico y ajenas a Telefónica.

De este modo,igualaría la representación en el máximo órgano ejecutivo de BBVA y CaixaBank, que con un 4,87% y 3,5%, respectivamente, cuentan con un consejero cada uno, que ejercen además de vicepresidentes. BBVA está representado por José María Abril y CaixaBank por Isidro Fainé.

El consejo de administración de Telefónica está compuesto por un total de 15 miembros, además de un secretario y un vicesecretario no consejeros. El reparto proporcional del capital otorgaría un asiento en el órgano de gobierno por el 6,06%. Con el 9,9%, por tanto, STC tendría derecho a ocupar una silla.

Ese puesto proporcionaría al grupo saudí influencia en la toma de decisiones de la multinacional española y acceso a información privilegiada. No obstante, para poder dar entrada a la teleco saudí el camino más fácil sería una ampliación del número de consejeros, teniendo en cuenta que puede llegar hasta veinte miembros, porque de lo contrario significaría recortar el número de independientes y eso iría en contra de las normas de buen gobierno.

De momento, fuentes cercanas a STC han descartado hacer valoraciones sobre su posible entrada en el consejo de Telefónica, alegando que eso es algo que todavía no está sobre la mesa. "Aún estamos en las primeras fases de la inversión, por lo que es demasiado pronto para hablar de este asunto", apuntan a este periódico.

Solo evitaría la obligación del visto bueno del Ejecutivo si la teleco saudí se compromete a no utilizar ni ceder los derechos de voto

STC informó el pasado martes que había tomado el 4,9% del capital de Telefónica y que, de igual modo, pretende ejercer la conversión de un 5% adicional adquirido por Morgan Stanley a través de derivados. Con ello, tomaría de manera directa el 9,9%.

Ahora bien, para liquidar los productos financieros e igualar o superar el umbral del 5% en accionariado de Telefónica requiere de la autorización del Gobierno, al tratarse de una compañía estratégica para la seguridad nacional, de acuerdo con la legislación vigente.

Solo evitaría la obligación del visto bueno del Ejecutivo si la teleco saudí se compromete a no utilizar ni ceder los derechos de voto ni a formar parte del consejo de administración. Dos excepciones que STC, tras invertir 2.100 millones de euros para convertirse en el mayor accionista de Telefónica, no contempla. Es más, de acuerdo con fuentes conocedoras, los directivos de STC trasladaron a Álvarez-Pallete en la reunión que mantuvieron la semana pasada en Riad, a donde viajó tras hacer público el desembarco árabe en la multinacional española, la pretensión de la compañía saudí de entrar en el consejo.

El Gobierno en funciones de Pedro Sánchez, que se ha topado con la oposición frontal de su socio de gobierno, Sumar, a la incursión saudí en Telefónica. Por lo pronto, el Gobierno dispondrá de tres meses para adoptar una decisión desde el momento en que STC formalice la solicitud de autorización.

El antecedente

El antecedente de lo que puede ocurrir en Telefónica se encuentra en Vodafone. El Grupo de Telecomunicaciones de Emiratos Árabes Unidos, –la antigua Etisalat-, desembarcó en el capital de la operadora británica en mayo de 2022 con la compra de un 9,8% del capital por casi 4.230 millones, en un movimiento muy similar al que está llevando a cabo ahora su competidora saudí. Una participación que ha elevado ya hasta el 14,6% del capital y que podría ampliar incluso hasta el 20% o 25%. Aunque en un principio, Etisalat descartó de forma expresa su intención de "ejercer control o influir en el consejo y el equipo directivo".

Apenas un año después, el pasado mayo, el grupo saudí concretó su desembarcó y entró en el máximo órgano ejecutivo de la multinacional británica. El consejero delegado de la firma de Emiratos, Hatem Dowidar, que fue además en el pasado directivo de Vodafone, se incorporó así como consejero no ejecutivo. A la espera de lo que pueda ocurrir en Telefónica, su consejo de administración se reunirá el próximo 27 de septiembre para analizar, en una sesión ordinaria, la entrada del grupo saudí en la compañía. Será entonces cuando Álvarez-Pallete dé cuenta en persona a todos los consejeros de la reunión que mantuvo la semana pasada con los directivos de la teleco saudí en Riad.

Cobertura de Morgan Stanley

Morgan Stanley ha declarado ya, por otro lado, una participación del 12,178% en Telefónica, que incluye el 9,9% que la entidad adquirió para STC y del que asume el riesgo a través de un derivado de cobertura denominado opción de compra/venta. STC posee un 4,9% del capital de Telefónica y el 5% restante en instrumentos financieros.

El derivado de cobertura que Morgan Stanley ha puesto a disposición de STC permitiría al grupo saudí ordenar al banco estadounidense que recupere la posesión de ese 5% de Telefónica para venderlo en el mercado o hacer otras operaciones en el supuesto de que el Ministerio de Defensa no aprueba la operación. La cobertura afecta al 9,9%, por lo que en el mismo supuesto STC podría decidir desprenderse del otro 4,9% o quedárselo.

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