
El pasado 27 de enero puede pasar a la historia como la fecha de inicio de una reedición de la 'guerra fría' entre Estados Unidos y China, ahora por culpa de la Inteligencia Artificial (IA). Un documento de una empresa casi minúscula del sector, DeepSeek -replicado por la revista Nature-, testimoniaba que su modelo de IA podía compararse en prestaciones técnicas con la versión O1 de ChatGPT, posiblemente la más avanzada creada hasta la fecha por OpenAi. Pero lo más importante del hallazgo eran los precios de DeepSeek R1, con un coste energético y de recursos casi diez veces menor que las producidas en el país de Donald Trump. Todo ello, con eficiencias que resultaban descomunales en el tiempo y en el coste desarrollo, aunque esto último debe aceptarse con reticencias, ya que nunca se conocerá la implicación inversora del estado chino en su nuevo orgullo patrio.
El exitoso lanzamiento del DeepGeek, fundado por el fondo de alto riesgo High Flyer, supone un desafío directo a la denominada tecnocracia estadounidense, entre cuyos damnificados sobresale Nvidia. Las expectativas de ingresos del fabricante de tarjetas gráficas pueden ser mucho menores de lo esperado por culpa de las eficiencias que ofrece la compañía china. Donald Trump no se quedará con los brazos cruzados ante el fenómeno DeepSeek. En su gabinete manejan posibles restricciones a la empresa china por motivos de seguridad, con multas y aranceles ordenados desde la Casa Blanca que no se harán esperar en las próximas semanas. Italia, que lidera Giorgia Meloni, se convirtió el pasado jueves en el primer estado en prohibir la descarga de la aplicación en su país. Y ahora falta ver qué sucederá en los Estados Unidos, cuya onda expansiva se extenderá en decenas de países de su órbita. Por lo pronto, Trump se reunió ayer con Jensen Huang, CEO de Nvidia, para argumentar con el mayor damnificado del fenómeno una posición de estado sobre la inteligencia artificial, los chips y la energía necesaria para entrenar modelos de IA e instalaciones de fabricación de semiconductores, según la cadena Fox Business. La respuesta de la Casa Blanca podría resultar balsámica para los modelos de IA de OpenAI, el Gemini 2.0 Flash de Google, el Claude 3.5 Sonnet de Anthropic y Llama 3.1 de Meta.
Como en todas las guerras frías, el movimiento que pueda realizar Estados Unidos encontrará la réplica de su antagonista, actualmente en estado de euforia por el talento de un país cuya producción anual de ingenieros supera los cinco millones de licenciados. La sangría en bolsa de los últimos días, con pérdidas de valor de 1,4 billones de dólares, se frenó los días siguientes, pero sin borrar un mensaje que ha quedado grabado en el frontal de todas las tecnológicas: La IA puede ser mucho, muchísimo más barata de lo que se oferta.
Entre otras consecuencias directas, cualquier usuario puede disponer de servicios sofisticados de la IA de forma gratuita si elige DeepSeek en detrimento de las propuestas de pago estadounidenses. Los hechos inmediatos corroboraron el éxito de la empresa china ya que, en pocas horas, logró situar su app gratuita como la mejor calificada en la App Store de Apple
Europa, espaldas al 'motor del mundo'
Los recientes desarrollos de la Inteligencia Artificial en los Estados Unidos y en China han convertido en sideral la distancia de Europa respecto a la tecnología que moverá el mundo en las próximas décadas. Los expertos consultados por este periódico coinciden en que el Viejo Continente sólo contribuye al fenómeno con su regulación. Además, la ausencia de referentes empresariales europeos no sólo se aprecia en el ámbito de la Inteligencia Artificial, sino también en otras áreas estratégicas como supecomputación, ordenadores cuánticos, neurotecnología y servicios avanzados en la nube.
¿Cuántas 'Champions' tiene el Madrid?
La pregunta es fácil, tanto que no hace falta acudir a un buscador online para saber que el Real Madrid ha conquistado 15 Champions o antiguas Copas de Europa. De hecho, se antoja un despilfarro energético, informático y de gestión de datos elevar semejante consulta a los servidores chinos que utiliza la IA de DeepSeek para obtener una respuesta no solo sobradamente conocida, sino alcance incluso de aquellos a los que no les gusta el fútbol ni siguen la actualidad de este deporte. Al contrario que ChatGPT y Perplexity, que ofrecen la respuesta correcta, el chatbot de la empresa china patina clamorosamente. "Hasta la fecha, el Real Madrid ha ganado 14 títulos de la Champions League", indica DeepSeek, tras coincidir con sus competidores en que "es el equipo más exitoso de la historia". Es decir, el novedoso servicio precisa que su información está actualizada "hasta la fecha". No obstante, siempre habrá algún aficionado de equipos rivales que celebre el talento de DeepSeek, en modo de chanza, al restar un título al equipo, ganado sin el suficiente merecimiento.
Paso a 'inteligencia artificial general'
La comunidad científica emplaza al 2060 la llegada a nuestras vidas de la denominada Inteligencia Artificial General (IAG), antesala de la súper Inteligencia Artificial. El magnate Elon Musk es más optimista que el resto y espera este prodigio en 2035. En cualquier caso, estas previsiones pueden dar un acelerón gracias a las eficiencias que trae de la mano DeepSeek. La referida IAG es una evolución de los actuales sistemas cognitivos de las máquinas para igualar o superar la inteligencia humana en todos los aspectos posibles. Los algoritmos podrían aprender, razonar, planificar y comunicarse en lenguaje natural de manera similar a los humanos. Algunos observadores tecnológicos indican a este periódico que el impulso de la startup china animará a futuras compañías desarrolladoras de IA a incorporar en sus máquinas las ventajas en cuanto al uso de recursos que vienen del lejano Oriente. La demanda de chips de última generación para la IAG quizá no sea tan colosal como se barrunta en el supuesto de que la IA sea capaz de replicar el funcionamiento del cerebro.
Imitar el funcionamiento del cerebro
No hay que ir a buscar muy lejos para encontrar la fuente de inspiración de los desarrolladores de la inteligencia artificial de DeepSeek. Basta con contemplar las asombrosas capacidades del cerebro humano para convencerse de que las conexiones neuronales muestran el camino. La masa gris de las personas es un prodigio de eficacia en cuanto a capacidad de proceso y consumo energético. De hecho, el ser humano puede manejar cientos de terabytes de información al día con un consumo energético de apenas 20 vatios diarios, es decir, la misma electricidad que requiere una bombilla pequeña para funcionar durante algo menos de una hora. Ahora bien, que quede claro que ese superpoder únicamente está -y estará- al alcance del Dios o el creador de los creyentes. Además, DeepSeek se ha fijado en el principio de Pareto, aquel que establece que el 80 % de los resultados provienen del 20 % de las acciones o el esfuerzo. De esa forma, la empresa china intenta alimentar su modelo de lenguaje de IA con la referida porción de información realmente determinante.