
El 28 de octubre es el día en el que Elon Musk y Twitter tienen que cerrar el acuerdo de compra. Mañana finaliza el plazo que el tribunal dio a ambas partes para sellar la transacción, si no querían resolver sus diferencias en el juicio. Y todo parece que la intención es concluir, de una vez por todas, con la operación. Ello convertiría al hombre más rico del mundo en el dueño de la red social. Y Twitter dejará de cotizar en la Bolsa de Nueva York.
La compañía va a poner fin a una trayectoria de nueve años en el parqué. Twitter será suspendida de cotización mañana con carácter temporal debido a que concluye el plazo de adquisición, como ha notificado el operador, The New York Stock Exchange (NYSE) e informa Reuters. Este jueves, la red social sube en la apertura un 1,1% en hasta los 53,9 dólares, algo por debajo del precio de compra en los 54,2 dólares el título. La expulsión definitiva será el 8 de noviembre.
Twitter se convertirá en una empresa privada, según el acuerdo inicial. Aunque han surgido muchas trabas desde que se anunciara el mismo, este jueves el propio Musk ha explicado en su cuenta de la red social cuáles son las razones por las que efectúa la compra, dando a entender que los trámites están listos y mandando una señal de confirmación a los anunciantes (que es a quien dirige su mensaje). En los últimos días, Bloomberg apuntaba que los abogados y los bancos estaban cerrando los últimos flecos de la operación, lo que también reforzaba la idea de que la transacción iría adelante.
Además, ayer, el fundador de Tesla visitó las oficinas de Twitter en San Francisco y ha cambiado su biografía de la red social. Ahora resume su perfil como 'Chief Twit', es decir, jefe de Twitter. Además, el empresario ha adelantado sus planes futuros y ha desmentido que vaya a despedir al 75% de la plantilla de la plataforma.
Por todo ello, la trayectoria bursátil de la red social toca a su fin. Twitter salió al mercado en noviembre de 2013, seis años y medio después de ser fundada por Jack Dorsey y sus socios. Su precio de estreno fue de 45,10 dólares y los inversores acogieron a la compañía en su primer día con una subida del 73%. Todo este tiempo después, la plataforma se ha revalorizado un 18% a último cierre de ayer miércoles. En lo que va de año, la red social ha ganado un 22,6% en bolsa, impulsada por la compra de Elon Musk. El hombre más rico del mundo ofreció 54,2 dólares por título, lo que suponía una prima del 38% sobre la cotización media de ese mes, abril.
Durante su andadura en el mercado, Twitter ha llegado a valer menos que su precio de salida. En 2015 la firma presentó unos resultados decepcionantes y un profit warning. Entonces, se abrió un periodo de corrección que llevó a la acción a su mínimo histórico. Uno de los momentos de recuperación se produjo cuando Microsoft compró LinkedIn, aumentando el atractivo por las redes sociales.
Pero, en ese momento, la compañía ni siquiera era rentable. Twitter registró sus primeras ganancias en el último trimestre de 2017, con 91 millones de beneficio, y confirmó su segundo trimestre consecutivo de rentabilidad en los primeros tres meses de 2018. Todo ello le llevó también a dispararse en el parqué.
Elon Musk va a coger las riendas de Twitter en un momento en el que han vuelto los números rojos debido al debilitamiento del negocio publicitario. Las malas condiciones económicas, reconocía la compañía en sus últimas cuentas, han mermado los ingresos por anuncios. Además, en ese momento, la firma también explicaba que sus cuentas se habían visto lastradas por la incertidumbre en el acuerdo de compra. En todo caso, el multimillonario tendrá que construir una plataforma competitiva, que sea capaz de acaparar el interés de las marcas y hacer frente a TikTok o Instagram.
Twitter, la nueva plaza del pueblo
Como es consciente de ello, el futuro dueño de la plataforma ya se ha dirigido a los anunciantes en el mensaje publicado hoy en su perfil. Musk explica que su intención es fomentar el diálogo en la plataforma, contribuir a una menor polarización del debate público e impulsar ese espacio para que se asemeje a una "plaza del pueblo digital". "Creo que es importante para el futuro de la civilización", ha añadido, en referencia a su vocación de reformular el tono de conversación actual de Twitter.
"Esa es la razón por la que compré Twitter. No lo hice porque fuera fácil. Ni para ganar más dinero. Lo hice para intentar ayudar a la humanidad, que amo. Y lo hago con humildad, consciente de que puedo fallar en la persecución de mi objetivo -pese a que se empeñen los mejores esfuerzos- y que fracasar es una posibilidad real", ha enfatizado.