- 31/05/2018, 06:00
Se acabó la fiesta. El dato de inflación de mayo, que reflejó un incremento de precios del 2 por ciento, anticipa el fin de un periodo de 4 años marcado por grandes vientos de cola para España. El triple efecto de IPC casi nulo, petróleo barato y tipos de interés al 0 por ciento comienza a desdibujarse para un país que ha logrado reducir desequilibrios macroeconómicos olvidándose de uno: la deuda pública, cuya refinanciación puede convertirse en una bomba de relojería si, como parece, el interés de los bonos españoles inicia el camino de la normalización y repuntan.