Ignacio Vasallo
- 10/10/2018, 00:35
10/10/2018, 00:35
Wed, 10 Oct 2018 00:35:00 +0200
Con motivo del Día Mundial del Turismo, el pasado 27 de septiembre la Unión Empresarial para la promoción Turística de Madrid, el nombre lo indica todo, reclamaba "un análisis riguroso, técnico y especializado que permita la adecuada valoración de la temporada turística para no crear alarmas infundadas ante la bajada de turistas en España este verano". Recogían el argumentario expuesto en mi artículo publicado en este mismo medio el 6 de septiembre titulado Es pronto para llorar por el turismo en el que señalaba que, a pesar de la conjunción de circunstancias negativas que van desde la pérdida de valor de la libra por el Brexit, la subida del petróleo, la caída de la lira turca y el mundial de fútbol en un verano europeo caluroso, julio, con una caída de casi el 5% en el número de turistas extranjeros y una ligera disminución del gasto; había sido el segundo mejor julio de la historia e incluso mejor que el magnífico 2016. También indicaba que "2018 será un buen año turístico, en el peor de los casos el segundo de la serie" y que los datos de ingresos eran mejores que los de entradas. Curiosa situación esta en la que los empresarios del sector dicen que este va bien, mientras que gran parte de los medios de comunicación se ponen catastrofistas, al igual que el presidente de la Confederación de Agentes de viaje, que predice un 20% menos de turistas de sol y playa en 2019.