La retribución se normaliza
- 27/09/2015, 09:00
27/09/2015, 09:00
Sun, 27 Sep 2015 09:00:32 +0200
Piense por un momento en una fiesta en la que llega el momento de repartir una tarta para que nadie se quede sin probar bocado. ¿Y si no hay pastel para todos? Imagine ahora que esa tarta son los beneficios de una compañía y que uno de los principales invitados es el conjunto de sus accionistas, a los que la propia empresa ha prometido una parte de esas ganancias a través del pago de dividendos. En esta tarea de reparto aparentemente sencilla, en la que la empresa debe reservar una parte para pagar a los accionistas y el resto para sus propias necesidades, muchas cotizadas han encontrado un verdadero problema. En los últimos años esas tartas de beneficios se han reducido fuertemente, mientras que los accionistas seguían comiendo lo mismo. Hasta el punto de que no había pastel para todos y las cotizadas han tenido que suplir su falta, recurriendo a sucedáneos como el scrip dividend ampliando capital para remunerar.