
Las fuertes caídas que han experimentado las bolsas del Viejo Continente durante las últimas semanas ha hecho que las rentabilidades de los dividendos se hayan disparado. Es el caso de Telefónica, que, desde que tocó sus máximos del presente ejercicio, ha corregido un 24,3%. Esto ha provocado que el dividendo real que pagará la firma en 2016 -en 2015 uno de los pagos será todavía en scrip, en papelitos, lo que diluye el beneficio por acción- sea el más atractivo de entre las grandes telecos europeas.
Se espera que en 2016 Telefónica abone 0,75 euros por acción, lo que, a precios actuales, supone una rentabilidad que roza el 7%. Además, según las previsiones, en 2017 su pago será de 0,77 euros por título, lo que supondría una rentabilidad del 7,16%.
De este modo, la española supera a la sueca Teliasonera, que abonó el pago más atractivo de 2014, al haberle arrebatado el trono a Vodafone y alcanza este puesto por primera vez. La firma se ha convertido en una habitual de los pagos con la llegada de César Alierta, ya que durante los años de la burbuja tecnológica renunció al pago de dividendos. Así, su pago se convierte en el segundo más atractivo del Ibex -solo por detrás de Repsol-. Además, en 2016 su retribución será íntegramente en efectivo, mientras que la petrolera paga a sus accionistas mediante scrip dividend.
Un pago asegurado
Una de las preocupaciones que ha surgido en torno a Telefónica -sobre todo a raíz de que la Comisión Europea rechazase la fusión de Teliasonera y Telenor en Dinamarca- es el éxito de la operación de venta de O2 a Hutchison. Sin embargo, los expertos consideran poco probable que la operación no llegue a buen puerto. Según explican desde Sabadell, actualmente el proceso se encuentra en la primera fase de estudio, en la que estará hasta el 16 de octubre, pero la Comisión Europea se dispone a abrir una investigación a gran escala (Fase II). "Dado el tamaño y relevancia de la operación, ya esperábamos que se pasara a la Fase II donde se acordarán las soluciones, que, desde nuestro punto de vista, serán asumibles por Hutchinson", apuntan..
"Telefónica se vería afectada negativamente si se quedase con los activos de O2 en Reino Unido", explican desde Nomura. "Sin embargo, creemos que los obstáculos pueden ser superados teniendo en cuenta la presencia de varios candidatos que podrían emerger como un cuarto operador creíble en la región", completan. Por su parte, en Sabadell no creen que el precedente de Dinamarca "sea extrapolable al de Reino Unido porque el nivel de concentración en el mercado sería muy superior en el caso danés".
A pesar de la importancia de la operación, desde Barclays creen que los dividendos están cubiertos "incluso si el negocio en el Reino Unido no es vendido", si bien reconocen que el apalancamiento "sería alto". Y es que uno de los objetivos de la compañía es que la ratio deuda/ebitda se quede en 2,35 veces durante 2015 y 2016. Algo que los expertos esperan que cumpla, pero de lo que depende el éxito de la operación en Reino Unido. "Con la venta de O2, Telefónica fortalecerá de forma definitiva el balance", apuntan desde Sabadell. Desde Nomura advierten de que de no completarse la operación esta ratio se elevaría hasta las 3,3 veces, por lo que quedaría muy por encima del objetivo de la compañía.
Exposición a emergentes
El segundo problema al que se enfrenta la compañía es la complicada situación por la que atraviesan algunos países de Latinoamérica, con importantes depreciaciones de algunas monedas, como el real que ha cedido un 29% frente al euro en lo que va de año, lo que perjudica a la teleco a la hora de repatriar beneficios.
Y es que aproximadamente el 50% del negocio de la firma procede de esta región y, en concreto, en 2014 uno de cada cuatro euros que facturó la española procedió de Brasil, un país que se encuentra en una recesión de la que los expertos no esperan que salga ni este año ni el siguiente. En este contexto, las previsiones de beneficio de la teleco para 2016 se han resentido y desde que comenzó el mes de septiembre ha retrocedido un 3,4% y se espera que gane 4.011 millones, un 4% menos que este año. Así, el payout de la compañía se disparará en 2016 hasta el 91%. Sin embargo, desde Barclays no creen que esto sea un problema para la retribución de la firma. Así, explican que solo ven riesgo en el dividendo al recortar sus estimaciones "en más de un 20%".