
La Comisión de Salud Pública ha acordado esta semana que no retrasará la administración de la segunda dosis de las vacunas para aumentar el número de inmunizados con la primera. Era una posibilidad que pusieron encima de la mesa comunidades autónomas como Andalucía y Cataluña y que defienden algunos organismos y estudios científicos.
Qué dice la EMA y la OMS sobre retrasar la segunda dosis
La posición de La Agencia Europea del Medicamento (EMA) es clara: advirtió este lunes de que las vacunas de la covid-19 autorizadas "deben usarse tal y como se describe en el prospecto del producto", lo que se traduce en dos dosis con "tres semanas" de diferencia entre la primera y la segunda en el caso de Pfizer/BioNTech y "28 días" para Moderna.
La posición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha sido menos tajante que la de la EMA. Así, respecto a la vacuna de Pfizer, la recomendación general es que se mantenga el protocolo establecido. No obstante, el Grupo Asesor Estratégico de Expertos en Inmunización de la agencia de la ONU señaló a comienzos de año que en casos excepcionales y dependiendo de la situación epidemiológica de cada país y de la disponibilidad de las vacunas, se puede extender el periodo entre ambas dosis por un tiempo limitado. No obstante, matizaron que el periodo máximo de dilación era de seis semanas. Recordar que la segunda dosis de Pfizer se debe administrar entre 21 y 28 días después de la primera.
Respecto a Moderna, la OMS explica en este documento que si se cree necesario retrasar la segunda dosis, la recomendación actual es que el intervalo entre dosis se puede ampliar hasta 42 días. Lo habitual es espaciarlas 28 días.
Qué dicen expertos y estudios sobre retrasar la segunda dosis
En los últimos meses se están realizando diferentes estudios sobre qué consecuencias tiene retrasar la segunda la segunda dosis más allá de la pauta marcada por la farmacéutica. Dos de ellos son los siguientes.
1. Retrasar la segunda dosis reduce las muertes, nuevas infecciones y hospitalizaciones
Un estudio publicado este miércoles en la revista científica PLOS Biology y liderado por Seyed Moghadas, de la Universidad de York en Toronto (Canadá), sugiere que retrasar la segunda dosis para vacunar a más personas podría ser una buena estrategia de salud que ayudaría a mejorar la eficacia de la vacunación.
El estudio sugiere que dar prioridad a la inoculación generalizada con las primeras dosis disponibles puede reducir las nuevas infecciones, las hospitalizaciones y las muertes por coronavirus. En concreto, descubrieron que esos beneficios se obtenían al retrasar la segunda dosis entre 9 y 15 semanas. También observaron que los niveles de protección de la primera dosis eran estables si se retrasaban las segundas dosis, y que el nivel de protección tras retrasar las segundas dosis era idéntico a la protección general de los que reciben dos dosis según el calendario.
2. Retrasar la segunda dosis permite alcanzar antes la inmunidad de grupo
Otro reciente estudio publicado por el espacio divulgación científica medRxiv, fundado por Cold Spring Harbor Laboratory (CSHL) y apoyado por la fundación Iniciativa Chan Zuckerberg, revela que el tiempo para alcanzar la inmunidad colectiva podría acortarse con la implementación de un régimen de espaciado de dosis.
Así, la conclusión principal de este trabajo revela que hay un claro beneficio para la inmunidad de la población cuando se espacia la segundad dosis. Y muestra que el tiempo para alcanzar la inmunidad colectiva podría acortarse en 1,5 semanas, con un espaciado de 6 semanas; 4,5 semanas, con espaciamiento de 12 semanas; y 10,5 semanas, con espaciado de 24 semanas.
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