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Cómo ser más feliz y mantenerse siempre así: esto es lo que dicen los expertos en la "reconexión" del cerebro

Foto: Canva

La búsqueda de la felicidad probablemente sea uno de los objetivos de la mayoría de las personas, sin embargo, esto no siempre depende de uno mismo. A esto se añade el hecho de que se trata de un sentimiento que puede interpretarse de formas muy diferentes dependiendo de cada individuo.

Según explica la profesora de psicología en la Universidad de Yale (Estados Unidos) Laurie Santos al portal myNews, "una de las peores cosas de la felicidad es que nos acostumbramos a las cosas buenas". Esto hace que, con el tiempo, las cosas que nos hacían felices ya no lo hagan tanto. Es lo que se conoce como "adaptación hedónica".

El "sesgo de negatividad"

Santos, en su trayectoria como profesora, se sorprendió altamente de ver cómo muchos estudiantes afirmaban sentirse muy deprimidos. Desde entonces ha centrado su labor en impartir conferencias y cursos sobre cómo mejorar el estado de ánimo, practicando aspectos como la gratitud, la bondad, la atención plena y el fortalecimiento de las conexiones sociales, entre otros.

Entre las técnicas para lograr esta felicidad se encuentran algunas que tienen como objetivo superar el "sesgo de negatividad. Según esta psicóloga, popularmente se cree que la felicidad es fruto de la predisposición genética o como resultado de nuestro entorno. Aunque ambas influyen, una vez se han cubierto las necesidades básicas, la felicidad se convierte en un estado mental que puede alcanzarse a través de la práctica.

Un ejercicio sencillo

"Se trata de intentar descubrir cómo sintonizar la mente con las cosas positivas que hay ahí fuera, de notar las bendiciones, en lugar de los problemas", dice Santos. Según diversos estudios, escribir día a día aquellas cosas por las que estás agradecido puede mejorar el estado de ánimo de forma notable, incluso algunas casi insignificantes como disfrutar de un buen café por la mañana.

"Las investigaciones muestran consistentemente que practicas como cultivar relaciones, realizar ejercicio físico, practicar la atención plena, expresar la gratitud, participar en actos de bondad y encontrar momentos de significado no dependen de la riqueza. La felicidad requiere esfuerzo. Sería bueno que fuera algo puntual, pero no lo es. La buena noticia es que si te esfuerzas, terminas sintiéndote mejor", concluye esta experta.

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