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Ayudar a los camareros después de comer en un restaurante es característico de este tipo de personas, según la psicología

Fuente: Canva

Cuando salimos a comer a un bar o restaurante, es muy común que siempre haya alguna persona o personas que no tienen ningún inconveniente en facilitarle la tarea a los camareros, de hecho, suelen hacerlo de forma habitual. Este tipo de comportamiento es el que observó el periodista Lachlan Brown a lo largo de su vida, tal y como explica al portal Global English Editing.

A partir de este tipo de situaciones, el periodista llegó a una serie de conclusiones, vinculando unas características concretas a los individuos que colaboraban con los camareros. "He pasado mucho tiempo observando y estudiando el comportamiento humano, pero estos clientes considerados me intrigaron", explica Brown.

Empatía y respeto

Como no podría ser de otra manera, uno de los rasgos más identificativos es que son personas muy respetuosas. Así, interactúan con el resto de personas de manera muy cuidadosa, siendo conscientes de que están en un espacio compartido con muchas otras personas.

Esto último es lo que hace que sean muy conscientes de cada una de sus acciones, por lo que ante cualquier error, no tienen problema en tratar de buscarle solución. Por ejemplo, pueden estar cenando en un restaurante y que de repente se derrame algún líquido, en ese momento, no dudan ni un segundo en limpiarlo.

También en su día a día

Por otra parte, la organización y el orden es un pilar básico en el día a día de estas personas. ¿Apilas los platos como si se tratase de una tarea automatizada? Si es así, seguramente te sientas identificado con todos estos rasgos. Mantener el orden y ser muy detallista permite realizar las tareas del día a día con más calidad y tener un mejor rendimiento.

Y es que, estas personas en general gozan de una fuerte autoestima e inteligencia emocional general. La hostelería es una de las profesiones más sacrificadas, por lo que saben ponerse en el lugar de estos trabajadores y reconocen que cada pequeño gesto puede servirles de gran ayuda.

En general, están menos preocupadas por la opinión de los demás, puesto que mantener la mesa con cierto orden después de comer, más que por proyectar una determinada imagen, tiene como fin sentirse bien con ellos mismos.

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