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Qué significa que una persona interrumpa constantemente una conversación, según la psicología

Fuente: iStock

Las charlas entre varias personas son momentos agradables en los que compartir anécdotas, opiniones o expresar nuestros sentimientos. Sin embargo, en algunos casos, ya sea en grupos grandes o aunque solo haya dos personas hablando puede darse la situación de que una o varias interrumpan constantemente al resto, lo que puede resultar particularmente molesto.

Aunque a simple vista puede parecer una señal de mala educación o egocentrismo, la psicología explica que las causas de esto pueden ser mucho más variadas, donde intervienen factores sociales y emocionales. Según explica Infobae, aunque sea difícil de creer, la realidad es que esto no siempre se hace malintencionadamente, sino que es una respuesta de la mente a los numerosos estímulos. Se estima que la mayoría de interrupciones —70%— se dan porque nuestro cerebro reacciona de forma espontánea a las ideas que vamos escuchando.

Qué ocurre en el cerebro

Por otra parte, la necesidad constante de interrumpir se debe a que en nuestro cerebro funcionan a la vez varias partes. Al escuchar hablar a alguien, se activa el lóbulo temporal para interpretar el lenguaje, a la par que otras áreas evalúan si tenemos algo que aportar. Así, de forma simultánea y automática estamos llevando a cabo una escucha activa a la par que preparamos lo que vamos a decir a continuación, lo que lleva a realizar varias interrupciones.

Asimismo, algo que también podría estar produciéndose es el miedo a olvidar las ideas que queremos decir. Esto es lo que los expertos denominan "memoria del trabajo", unos procesos usados para almacenar de forma temporal la información. De esta manera, cuando algo es importante, queremos compartirlo antes de que no lo recordemos.

Los efectos en las personas del entorno

Si bien, en la mayoría de casos esto no se hace de manera intencionada, la realidad es que puede repercutir negativamente en las personas de nuestro entorno. Las personas cercanas a nosotros pueden sentir que no hay interés en ellos, dando lugar a frustración y distanciamiento emocional.

Para evitar esta negativa manía, los expertos recomiendan trabajar la escucha activa, es decir, la habilidad de escuchar lo que la persona está expresando así como los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen de lo que está intentando expresar. El contacto visual, una postura corporal receptiva, la no distracción, la emisión de palabras de refuerzo o la repregunta, son algunos de los signos tanto verbales como no verbales que demuestran que se está llevando a cabo una escucha activa.

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