Esto es lo que le sucede a tu colesterol y a tu presión arterial si comes galletas todos los días en el desayuno

Un estilo de vida saludable pasa por una correcta alimentación, siendo el desayuno una de las más importantes del día. Uno de los alimentos más habituales en esta comida son las galletas, sin embargo, el consumo de este alimento a diario puede llegar a tener efectos muy negativos en nuestro organismo, según explica Tradizioni News.

Si bien las galletas son un alimento muy práctico, puesto que son fáciles de comer y se pueden acompañar con mermeladas, mantequillas o cremas, contienen algunos ingredientes que pueden llegar a ser perjudiciales si se abusa de ellas.

Uno de los principales efectos es el aumento de los niveles de colesterol. Si bien se trata de una sustancia grasa que el cuerpo produce con normalidad y es esencial para el buen funcionamiento del organismo, un exceso del llamado colesterol 'malo' (LDL) puede dar lugar a enfermedades cardiovasculares. Si se opta por introducir este alimento en los desayunos, lo ideal es que sean con un alto contenido en fibra, puesto que reducen estos niveles de colesterol en sangre.

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Otro de los aspectos más evidentes es su alto contenido en azúcar, que puede incrementar los niveles de glucosa en sangre. Las galletas "de toda la vida" pueden causar picos de azúcar, puesto que, al estar elaboradas con harinas refinadas, se absorben rápidamente. Esto puede dar lugar a enfermedades como la diabetes o la resistencia a la insulina a largo plazo. Las integrales y/o sin azúcar son la opción ideal.

Por último, estos alimentos, aunque no lo sepamos, también presentan un alto contenido en sodio y bajo nivel de potasio, lo que puede contribuir a un aumento de la presión arterial, lo que puede generar graves problemas cardiovasculares. El exceso de sodio en el cuerpo puede generar un aumento de la presión arterial, por lo que los expertos recomiendan combinarlas con alimentos ricos en potasio como algunas frutas.

A tener en cuenta

En cualquier caso, al igual que cualquier alimento, todo reside en la moderación. Así, una dieta equilibrada y variada, rica en frutas, verduras y proteínas es fundamental para mantener unos niveles de colesterol, azúcar en sangre y presión arterial ideales.