
La cúrcuma, como bien todos sabemos, se caracteriza por tener un color amarillo intenso o mostaza y un particular sabor que aporta un toque diferente a los platos. Muy utilizada en la gastronomía oriental, conviene señalar que se le atribuyen un gran número de beneficios para la salud.
Propiedades
Entre sus propiedades, cabe destacar las siguientes, según el portal especializado 'Tua Saúde':
- Previenen enfermedades neurodegenerativas. Su extracto tiene una potente acción antioxidante y antiinflamatoria que actúa directamente sobre las células del cerebro, ayudando considerablemente a mejorar la capacidad cognitiva.
- Reduce los síntomas de la artritis. Como antiinflamatorio, la curcumina puede ayudar a reducir los síntomas más habituales de la artritis.
- Ayuda a reducir las complicaciones cardiovasculares. La curcumina tiene propiedades beneficiosas para la salud del corazón, puesto que actúa como antioxidante y antiinflamatorio.
- Previene y trata el cáncer. Una de las propiedades terapéuticas clínicamente más establecidas de la curcumina es su acción contra el cáncer.
- Mejora la salud de la piel. Puede usarse de manera terapéutica para tratar enfermedades dermatológicas, como acné, alopecia, dermatitis atópica y psoriasis.
- Ayuda a la pérdida de peso. Entre otras cosas, ayuda a reducir la leptina, que es una hormona que regula el apetito y el almacenamiento de grasa en el cuerpo.
A tener en cuenta
Pero esto no es todo: también ayuda a reducir el colesterol. Su principal componente activo, la curcumina, tiene propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que pueden influir de manera positiva en los niveles de colesterol. De hecho, varios estudios han evidenciado que puede reducir el colesterol LDL (malo) y los triglicéridos.
¿Y cómo incluir en la dieta? Pues bien, por suerte hay diversas formas que han demostrado ser eficaces. Hay que señalar como condimento (utilizada en guisos o sopas), en infusiones (pudiendo añadirle pimienta negra, jengibre y canela) o en forma de suplementos.
Eso sí, no es una solución única, siendo recomendable combinarlo con una dieta saludable y ejercicio regular. Más allá de eso, si estamos tomando medicamentos, es aconsejable consultar con el médico antes de incorporarlo a la dieta, debido a que puede interactuar con algunos medicamentos.