El azúcar está por todas partes en la actualidad. De hecho, está catalogado por los especialistas en salud como uno de los alimentos más peligrosos por el organismo. En muchas ocasiones, su consumo excesivo es el culpable de enfermedades como la diabetes, el sobrepeso o la obesidad mórbida.
Datos destacados
La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que el consumo diario de azúcar no exceda el 10% de la ingesta calórica total. O lo que es lo mismo: esto equivale a 50 gramos de azúcar aproximadamente para un adulto con un índice de masa corporal normal.
No obstante, este organismo especializado de las Naciones Unidas fundado en 1948 también aconseja que, en caso de ser posible, el consumo de azúcar se reduzca todavía más: hasta el 5% de la ingesta calórica total, lo que se traduce como unos 25 gramos de azúcar.
En profundidad
Aunque pueda parecer difícil, reducir el consumo de azúcar es sencillo. De hecho, tan solo hay que comenzar con pequeños hábitos que debemos ir incorporando en nuestro día a día. O al menos así lo ha revelado la nutricionista Clara Llorens en el pódcast de 'elEconomista.es'.
"Todos somos conscientes de que si tomas un día cuatro Donuts, estás pasándote de consumo de azúcar. Pero, al final, hay personas que no se dan cuenta y diariamente a ese café con leche con una cucharada de azúcar y tres galletas María no le dan importancia", ha declarado la experta.
Más detalles
Y eso y va "a ayudarnos mucho" tanto a corto como a largo plazo y tiene "más importancia" que esos cuatro Donuts que nos hayamos comido de manera puntual. Tanto es así que un consumo de azúcar, aunque sea bajito "va a empeorar un gran porcentaje de parámetros", como nuestro riesgo cardiovascular, metabólico...
Por supuesto, también estaría bien sustituir bebidas azucaradas por agua o té, elegir alimentos naturalmente como frutas, reducir el consumo de postres y decantarse por snacks más saludables entre horas como los frutos secos o las verduras con hummus.
A tener en cuenta
Por último, pero no menos importante, es conveniente leer las etiquetas de los productos para evitar azúcares ocultos y optar por alimentos integrales. "No solo es lo que comemos, en consulta hago mucho hincapié en ello, pero hablamos luego de la calidad del sueño, del manejo de estrés o de la actividad física, entre otras cosas", ha concluido Llorens.