Salud Bienestar

El verdadero motivo por el que debes seguir un orden determinado a la hora de aliñar una ensalada, según la ciencia

Fuente: iStock

La llegada del calor invita a comer uno de los platos más sencillos, sanos y populares de la cocina mediterránea: las ensaladas. Los ingredientes que puede llevar son casi infinitos, que van desde las típicas hortalizas como el tomate o la lechuga, hasta los frutos secos u otras semillas. Aunque la formas de hacerla son muy variadas, hay algunos ingredientes que rara vez varían como es el aceite, el vinagre y la sal.

Sin embargo, uno de los mayores debates y diversidad de opiniones es el orden que debemos seguir a la hora de utilizarlos. Aunque para muchas personas añadir unos antes que otros no tiene una gran relevancia, ya que se va a mezclar todo, la realidad es muy diferente. De hecho, existe un orden concreto, por lo que en este caso "el orden de los factores sí altera el producto".

De esta manera, el aliño correcto sería primero la sal, luego el vinagre y por último, el aceite de oliva. Basándose en la explicación científica, la sal es un producto muy soluble en agua, por lo que añadirla primero hará que penetre más en el resto de ingredientes, potenciando así el sabor de estos.

La explicación científica

En cuanto al vinagre, este tiene un alto contenido en agua, por lo que es el aliado perfecto para poder disolver la sal y que todo se integre a la perfección. Por último, el aceite de oliva —preferiblemente virgen extra— tiene una textura que hace que se cree una película sobre los alimentos, por lo que introducirlo en primer lugar puede evitar que la sal y el vinagre se mezclen de forma adecuada.

Las cantidades de cada uno de los elementos para el aliño suelen ser algo más subjetivas, ya que dependen de la cantidad del resto de ingredientes que añadamos así como de los gustos particulares de cada persona. Aun con todo, se podría tomar como referencia una pizca de sal, una cucharada pequeña de vinagre y dos cucharadas normales de aceite por persona. Otra opción también válida es sustituir el vinagre por zumo de limón, cuyos resultados son muy similares.

Es importante también tener en cuenta que las ensaladas hay que aliñarlas justo antes de comer, ya que si pasa demasiado tiempo podemos correr el riesgo de que los ingredientes se marchiten y no queden tan frescos y crujientes como deseamos.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky