Estos son los riesgos para la salud de tomar vitamina D de forma incorrecta y cómo hacerlo para aprovechar todos sus beneficios

La vitamina D es esencial para el buen funcionamiento del organismo, especialmente al contribuir a la correcta absorción del calcio y presentar un papel fundamental en nervios, músculos y sistema inmunitario. Este compuesto puede obtenerse a través de la piel, la alimentación o en forma de suplementos. Sin embargo, a pesar de sus beneficios, un exceso de esta puede tener efectos negativos en la salud.

Una de las consecuencias más notables es la toxicidad por vitamina D, la cual puede presentar graves riesgos para la salud. Esta afección no suele ser muy frecuente y se manifiesta con niveles muy elevados de calcio, lo que se denomina hipercalcemia.

Los síntomas de la hipercalcemia son náuseas, vómitos, debilidad, aumento de la necesidad de ir al baño, debilidad muscular, confusión o pérdida del apetito, lo que puede derivar incluso en complicaciones renales o cardíacas en casos más graves. Es fundamental evitar las dosis altas de vitamina D a menos que un médico lo prescriba de forma expresa.

Interferencias con medicamentos

El consumo de suplementos de esta vitamina en ayunas puede causar también algunas complicaciones digestivas, por lo que los expertos recomiendan tomarla con algún alimento rico en grasas saludables que contribuya a su correcta absorción, como es el caso del aguacate, los frutos secos, las semillas de chía o la linaza.

Si se está llevando a cabo algún tratamiento médico, se recomienda consultar con un profesional de la salud, ya que podría interferir con algunos medicamentos como los corticosteroides o los tratamientos para la epilepsia.

Falta de vitamina D

Algunos estudios han determinado la falta de vitamina D es una de las deficiencias más comunes de todo el mundo, donde alrededor del 50% de la población tiene insuficiencia de esta, según informó la Clínica Cleveland de los Estados Unidos. En la mayor parte de los casos la falta de esta vitamina se debe a una combinación de factores biológicos, ambientales y de estilo de vida.

Más allá de una exposición insuficiente al sol o una dieta baja a nivel nutricional, otros aspectos como afecciones médicas, la obesidad o una edad avanzada podrían estar detrás de unos niveles bajos de esta.