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¿De qué están hechos los cubitos o pastillas de caldo concentrado? No todos lo recomiendan usar

Fuente: Getty Images

Nada se puede comparar con un buen caldo casero, y en un mundo ideal, todos tendríamos siempre a nuestra disposición uno de pollo, un fumet del mar o un caldo de verduras como base para cualquier receta. No obstante, la realidad es muy distinta, ya que a veces no disponemos el tiempo necesario para prepararlo. Es por eso, por lo que uno de los grandes aliados en la cocina son las pastillas de caldo concentrado, un recurso muy popular y económico. Ahora bien, ¿son realmente una buena opción?

Un recurso barato y popular

Los cubitos de caldo concentrado no es un recurso novedoso, es más, para conocer su origen debemos remontarnos a finales del siglo XVIII, cuando se desarrollaron con fines militares para abastecer a las tropas napoleónicas. Más tarde, fue Julius Maggi quien se encargó de perfeccionar la técnica. Su comercialización a nivel internacional fue una tarea fácil, ya que su practicidad y su bajo precio jugó a su favor para que, países como Estados Unidos replicaran su técnica.

A pesar de conocerse como pastillas de caldo concentrado, rara vez incluye caldo entre sus ingredientes, es más, suele ser amalgama de alimentos que se diluyen. Aunque hay varios métodos, según la producción tradicional consiste en mezclar ingredientes sólidos que se encuentren deshidratados y secos, con algunos extractos líquidos concentrados y aditivos. Entre los primeros ingredientes suelen aparecer la sal y los potenciadores del sabor, aditivos que son totalmente seguros, pero que distan de parecerse a un caldo casero.

Pastillas de caldo concentrado
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Por qué no debes abusar de ellos

Los potenciadores del sabor, la sal y los azúcares nos modifican el gusto, algo que nos incita a comer más y que aumenta también nuestro nivel de tolerancia a los alimentos muy salados o dulces. Además, aunque no nos demos cuenta de primeras, poco a poco nos aleja de los alimentos no procesados más saludables.

Ahora bien, recurrir ocasionalmente a estas pastillas concentradas no es malo, sobre todo si se lleva una dieta sana y equilibrada. Lo que podría suponer un problema a medio plazo es el abuso de este recurso. Por ello, los expertos recomiendan que, en el caso de utilizar estos cubitos, lo mejor es optar por aquellos que son reducidos en sal, con un alto porcentaje de pollo, verduras, carne o pescado y sin azúcares añadidos.

Además, también informan que otra mejor opción sería recurrir a los caldos que vienen en brick, que se asemejan más a un caldo tradicional.

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