
Un estilo de vida saludable pasa por una alimentación sana y equilibrada, así como la práctica habitual de ejercicio físico. No obstante, algo que muchos obvian es la importancia de llevar a cabo revisiones periódicas con tu médico, para asegurar que no existe ningún tipo de afección que pueda evolucionar en graves problemas.
Y es que, existen algunas enfermedades cuyos síntomas no comienzan a manifestarse hasta que la enfermedad no está ya en fase muy avanzada. Una de estas es la hepatitis C, una infección vírica que puede llegar a ser mortal si no se trata a tiempo.
Esta enfermedad se transmite a través del contacto con sangre infectada, algo que puede darse al compartir agujas o cuando se realizan procedimientos médicos poco seguros, como transfusiones sanguíneas sin analizar. La mayoría de los casos no suelen presentar síntomas, de hecho, aproximadamente la tercera parte eliminan el virus de forma espontánea.
Los síntomas
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre las formas en las que se manifiesta la enfermedad se encuentra:
- Fiebre.
- Cansancio.
- Pérdida del apetito.
- Náuseas y vómitos.
- Dolor abdominal.
- Orina de color muy oscuro.
- Ictericia (coloración amarillenta en piel y ojos).
En el 70% de los casos, la infección se cronifica por lo que los pacientes corren un riesgo elevado de padecer cirrosis en los años siguientes. La cirrosis es la generación de cicatrices en el hígado, cuya causas pueden ser también el consumo habitual de alcohol así como sucesivas infecciones.
La prueba
Debido a su particular forma de transmisión, la realización de las pruebas de hepatitis C se recomienda sobre todo a personas que hayan consumido drogas por inyección, personas con VIH, hemofilia o que hayan estado en hemodiálisis alguna vez. Además, también deben hacerse esta prueba quienes hayan recibido transfusiones o trasplantes de órganos, especialmente antes de 1992, ya que hasta entonces no había pruebas de detección de este virus.
??????Cualquier persona que sospeche que podría tener hepatitis C, es recomendable que acuda a su médico para solicitar un análisis de sangre donde se detecte la presencia de anticuerpos frente al virus VHC. Cabe recalcar, que el organismo tarda de media entre 7 y 8 semanas en producir anticuerpos, por lo que si el posible momento de infección es reciente y la determinación de anticuerpos es negativa, ha de repetirse la prueba después de 6 meses.
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