
Puig, propietaria de grandes marcas de lujo como Carolina Herrera o Nina Ricci, dará el salto al parqué este viernes en Barcelona. Sus acciones tendrán un valor de 24,5 euros y se espera que alcance una capitalización bursátil de 13.900 millones de euros, por lo que la firma podría ser una de las claras candidatas para formar parte del Ibex 35.
La familia Puig controla la compañía a través de tres sociedades: Exea Empresarial, Exea Ventures y Puig Gest. En la cabeza del holding, no obstante, hay cuatro sociedades patrimoniales. Se trata de Consilium, Maveor, Valldan y Neuquen, que acumulan unos ingresos de 63,2 millones de euros en 2022— último año para el que hay datos disponibles—, lo que supone multiplicar por 24 la cifra de negocio de 2021, que apenas llegaba a los tres millones, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. Este auge de la facturación en solo un año se debe a los dividendos percibidos por las distintas firmas y se corresponde así "a ingresos financieros por intereses y prestaciones de servicio realizadas a las filiales", tal y como apuntan las cuentas de cada sociedad. Algo similar ocurre con el beneficio. Las cuatro patrimoniales sumaban pérdidas conjuntas de 4,3 millones en 2021, pero en 2022 obtuvieron unas ganancias totales de 49,7 millones.
De las cuatro, Consilium posee una mayor participación— en concreto un 37%— del holding empresarial. La empresa es controlada por la familia Puig Guasch. La facturación de la compañía ha pasado de 1,02 millones en hasta los 29,5 millones en 2022, multiplicando por más de 30 la cifra del 2021. Consilium dejó atrás los números rojos y cerró el 2022 con un beneficio neto de 17,5 millones.
Maveor está liderada por Manuel Puig que controla el 24% de las acciones de Exea Empresarial. La compañía no ha depositado sus cuentas en el Registro Mercantil desde 2018. Con un 21% del accionariado del holding está la sociedad Valldan, que pertenece a los cuatro hijos de Enrique Puig Planas. La firma multiplicó por 28 veces la cifra de negocio de 2021, hasta situarse en 16,3 millones. En la misma línea, el resultado pasó de 536.000 euros hasta 15,5 millones en 2022. Por último, y con la menor participación— un 18%—, está Neuquen, de la familia de José María Puig Planas. En este caso, los ingresos se han multiplicado por 17 en solo un año, pasando de 1,02 millones en 2021 hasta los 17,4 millones en el último año en el que hay datos. El beneficio también ha seguido esta tendencia alcista y se ha situado en 16,7 millones en 2022, frente a los 348.000 euros del año anterior.
Reparto de dividendos
La familia Puig no solo ha repartido dividendos entre sus sociedades patrimoniales. El pasado 18 de abril, Puig distribuyó un dividendo récord antes de convertirse en una empresa cotizada. En una junta de accionistas celebrada el pasado 5 de abril, las diferentes ramas familiares dieron el visto bueno a repartir 186,1 millones de euros con cargo a la prima de emisión, según consta en el folleto hecho público. La cifra es superior a los 160 millones que se repartieron en 2023 y los 110 millones que se pagaron en 2022. En 2021, todavía con los efectos de la pandemia a flor de piel – en 2020 las pérdidas fueron de 72 millones - no se distribuyó dividendo alguno.
Pero la familia no solamente remuneró a los accionistas. También aprobó un premio extraordinario de "entre 80 millones y 90 millones" vinculado a la salida a bolsa para toda la plantilla. Además, galardonó a Marc Puig, el presidente, con un bono de 9,3 millones de euros, y a otros altos directivos, entre los que se incluye todo el comité ejecutivo, con una paga de 7,4 millones a repartir. En total, el primer ejecutivo de la organización se embolsó 25,7 millones de euros. Lo hizo gracias a obtener hasta 14,7 millones por dos planes de incentivos —incluido el de la salida a bolsa—, 1,7 millones por su retribución fija y 3,4 millones por la retribución variable. Mientras, el vicepresidente y primo de Marc Puig, Manuel Puig, obtuvo 20,2 millones de euros entre su retribución fija, variable y bonos.
Salida a bolsa
La compañía catalana pondrá a disposición de los inversores el 24% del capital de la sociedad (sin tener en cuenta la sobre-adjudicación). El 76% restante permanecerá en manos de la familia. La empresa sacará a bolsa acciones de clase B, que conferirán un voto a los accionistas, y la saga catalana se quedará con las acciones de clase A, que otorgan cinco votos.
Por normal general, la ley exige sacar a bolsa como mínimo un 25% del capital. En el Real Decreto ley 814/2023 de 8 de noviembre, se explica, no obstante, que se podrá sacar un porcentaje menor "si el mercado puede operar adecuadamente con un él debido al gran número de acciones de la misma clase y a su grado de distribución entre el público". Puig sacará a bolsa más de 100 millones de acciones. Se prevé que la compañía capte así más de 2.600 millones de euros (a través de una OPV y una ampliación de capital). Esto hace que sea, además, la mayor colocación en el mercado español desde que Aena salió a bolsa en 2015, superando la captación de compañías como Acciona Energía o Cellnex.