Política

Las quinielas de la izquierda prevén un adelanto electoral para marzo

  • Los de Iglesias esperan unas Generales tempranas sin Presupuestos
Pedro Sánchez, presidente de España, junto a Pablo Iglesias, líder de Podemos

Después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reconociera que si no logra aprobar Presupuestos se acortará su mandato -es decir, que adelantará las elecciones generales-, la izquierda española no para de darle vueltas a cuándo se producirán los futuros comicios. Aunque los socialistas consideran que la convocatoria no será antes del próximo año, en Podemos están convencidos de que se celebrará, a más tardar, en marzo.

De hecho, según ha podido saber elEconomista, Pablo Iglesias, secretario general de la formación morada, es el que está trasladando esta fecha a sus colaboradores más cercanos, aunque no revela la fuente de su pronóstico. Sin embargo, parece tener fundadas razones para pensar que las generales se celebrarán en marzo, sobre todo desde que el Gobierno parece haber descartado poder sacar Presupuestos. Por ello, promovió el adelanto de las primarias de Podemos para diciembre -a las que presenta su candidatura- ante los comicios por venir.

Sin embargo, voces cercanas a la cúpula del PSOE niegan este vaticinio. Indican que, en cualquier caso, el socialismo baraja la posibilidad de celebrar las elecciones generales en otoño, concretamente en noviembre. Consideran que para marzo el Gobierno no habrá podido desplegar, a base de decretos ley, el arsenal que tiene previsto de medidas sociales -más allá de la subida del salario mínimo interprofesional y de la equiparación de las pensiones con el incremento del IPC, que se aprobarán antes de que termine el año-.

Asimismo, descartan que Sánchez pueda convocar las Generales el 26 de mayo, dando pie a un superdomingo electoral, algo que horrorizaría a los barones socialistas, que quieren evitar esta alternativa a toda costa para impedir un efecto de arrastre electoral.

Socialistas a favor de marzo

Con todo, también hay fuentes entre los socialistas que respaldan un adelanto de elecciones para cuanto antes, mejor. Si no, avisan de que el Ejecutivo de Sánchez se enfrenta al duro desgaste que supondrá afrontar un 2019 sin Presupuestos, a golpe de decreto ley y con un programa social menguado respecto a lo previsto.

De hecho, fuentes del Gobierno reconocen a este medio que el planteamiento inicial de Sánchez de mantener el Gobierno a base de reales decretos hasta 2020 ya está descartado y a él se habrían opuesto incluso miembros de su Gabinete.

Además, conviene tener en cuenta que en el próximo año la desaceleración económica arreciará más todavía, socavando la imagen pública de Sánchez y de su equipo, que por lo pronto juega con el favor de las encuestas.

En cambio, en lo que todos coinciden es en reconocer que la clave estará en los resultados de las elecciones autonómicas andaluzas que se celebran el próximo domingo. De su desenlace dependerá en gran medida la fecha electoral.

Además, las diferentes alas socialistas admiten otra cuestión: quien tomará la decisión última sobre una potencial fecha para el adelanto electoral es el propio presidente Pedro Sánchez, cuyas intenciones son, por lo pronto, una incógnita.

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