
Aunque el ritmo de los acontecimientos en el Partido Popular ha disminuido este fin de semana, las aguas distan mucho de bajar calmadas. Este sábado se supo que el líder nacional, Pablo Casado, había convocado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a una reunión en Génova para acercar posturas, sin éxito. Hoy, unas 3.000 personas se han manifestado en la sede de Génova pidiendo la dimisión de Casado quien, por su parte, ha convocado para mañana a la dirección del partido.
De esta forma, Casado se reunirá con el comité de dirección del PP este lunes a las 11.00 horas, una cita que se celebra habitualmente los lunes y a la que acuden el secretario general del partido, Teodoro García Egea, los vicesecretarios y los portavoces parlamentarios.
El encuentro tendrá lugar menos de 24 horas después de que 3.500 personas, según datos de Delegación de Gobierno, se hayan concentrado en la sede del PP nacional, ubicada en el número 13 de la calle Génova, para pedir mostrar su apoyo a Díaz Ayuso y exigir la dimisión de Casado y de García Egea.
Entretanto, los barones del partido han pedido públicamente una desescalada del combate entre Casado y Ayuso, mientras otras personalidades se han posicionado claramente del lado de la presidenta madrileña, como la diputada nacional Cayetana Álvarez de Toledo o la exministra y expresidenta regional Esperanza Aguirre. Muchas de las voces piden un congreso extraordinario para cambiar el liderazgo al frente de la formación política.
El clima mediático cercano al partido viene subrayando en los últimos días que la lucha interna en el PP favorece a los intereses del gobierno de Pedro Sánchez, que ve cómo se desmigaja el principal partido de la oposición, pero también a Vox. En este sentido, una encuesta de SocioMétrica para El Español apunta que el partido de Abascal superaría por primera vez al PP en intención de voto, con el 20,9% frente al 20,1% de los populares. Otras cabeceras, como El Mundo, piden el liderazgo de figuras de peso en el partido como Alberto Núñez Feijóo, mientras ABC exige en un editorial la dimisión de Casado porque "no ha sabido resolver una crisis que ya ha contagiado al partido, a las bases, a la militancia y a millones de votantes en toda España".
El enfrentamiento que tiene en el centro la investigación de una presunta comisión cobrada por el hermano de la presidenta regional en un contrato público. El PP ha negado que se iniciase ninguna investigación privada contra Ayuso por este motivo y alega que simplemente le solicitó explicaciones al respecto, mientras la líder regional se consideró atacada de forma "cruel" por la cúpula de su propio partido y niega que la cuantía cobrada por su hermano fuese en concepto de comisiones por la consecución del contrato.
Según se supo el sábado, Casado convocó a Ayuso el viernes a una reunión en Génova donde le ofrecería cerrar el expediente abierto al respecto del contrato a cambio de que ella aceptase decir en un comunicado que "no había sido investigada por el PP". Aunque este extremo no se ha producido, el Partido Popular admitió las pruebas presentadas por la líder regional y ha cerrado el expediente.
Por el momento, el conflicto sólo le ha costado el puesto a Ángel Carromero, ya excoordinador general de la Alcaldía de Madrid tras dimitir y uno de los nombres que salió a la palestra como el posible ejecutor de la presunta investigación de la formación nacional a Díaz Ayuso. Sin embargo, según han contado fuentes populares a Servimedia, Carromero seguirá siendo presidente del Comité Electoral del PP de Madrid y presidente de la formación en el distrito madrileño de Chamartín.