Política

Juan Carlos I quiere volver a España cuando regularice su situación fiscal

  • Su entorno asegura que está en un viaje privado y temporal, no en un exilio
El rey emérito, Juan Carlos de Borbón. Foto: Archivo.

El Rey emérito, Juan Carlos I, no se ha marchado de España de forma definitiva. Su intención, según las fuentes consultadas por este periódico en su entorno, es volver en cuanto regularice su situación fiscal y deje de estar, por lo tanto, en el centro del debate político.

Juan Carlos I que, según su abogado, estará a disposición de la Justicia siempre que sea necesario, podría verse obligado a pagar alrededor de 70 millones de euros a la Hacienda española por los 100 millones que llegó a acumular en Suiza, fruto de un regalo del Rey de Arabia, según sus propias revelaciones.

"No se ha exiliado, está en un viaje privado del que piensa volver. Se ha ido sólo, sin su equipo personal ni de seguridad"

Tal y como informó este lunes elEconomista.es, este dinero debería haber tributado por el Impuesto sobre Donaciones en 2012, fecha en la que recibió dicha transferencia. Aunque el Rey emérito era, y aún lo es, residente en Madrid, donde hay una exención casi absoluta por este tributo, al tratarse de capitales situados en el extranjero debería haber tributado por la tarifa estatal con un tipo de hasta el 65%.

Tanto Juan Carlos I como la propia Casa Real entienden que el viaje no es ningún exilio, sino un asunto estrictamente privado. "No se ha exiliado, está en un viaje privado del que piensa volver. Se ha ido sin su equipo personal y de seguridad", explican fuentes del entorno de su Majestad. De hecho, en la carta remitida a su hijo, el rey Felipe VI, con fecha del lunes, el emérito asegura que "guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España".

La intención inicial de Juan Carlos I sería poder regresar al palacio de la Zarzuela una vez que todo quede solucionado

Es decir, se habla de un traslado y no de una marcha definitiva y se insiste además en que es algo temporal. Aunque el Gobierno ha estado al tanto en todo momento, con la intermediación además de Iván Redondo, el jefe de Gabinete de la Presidencia, en el PSOE se entiende que no era necesario informar en ningún momento a Podemos ya que se estaba tratando un tema privado y no un viaje institucional o de posible exilio.

La intención inicial de Juan Carlos I sería, de hecho, poder regresar al palacio de la Zarzuela una vez que todo quede solucionado y el futuro de la Corona en España quede despejado. En la carta a su hijo, el rey emérito señala que se trata de "una decisión que tomo con profundo sentimiento, pero con gran serenidad. He sido Rey de España durante casi cuarenta años y, durante todos ellos, siempre he querido lo mejor para España y para la Corona". En su entorno aseguran, en este sentido, que estaría dolido por no haber podido defenderse ante las acusaciones de fraude fiscal ni dar su versión de los hechos.

Un tiempo fuera de España

El mismo día que la Casa Real hizo pública la carta de despedida, Juan Carlos I ya se estaba trasladando a Galicia, desde donde estaba previsto que viajara a Porto para tomar un avión destino Santo Domingo, donde le acogería el magnate del azúcar Pepe Fanjul, al menos temporalmente. También se baraja que pase parte de su retiro en Portugal, donde paso años de su infancia.

El monarca es muy amigo de un importante empresario de EEUU que, junto a sus hermanos, tiene un complejo turístico en provincia La Romana de la isla caribeña: Casa de Campo. En principio, el padre del Rey tiene previsto pasar ahí su retiro dorado hasta que pueda volver a España. Una situación que recuerda a la de Urdangarín, al que mandaron a trabajar a EEUU cuando empezaron a salir las primeras informaciones sobre el caso Noos, y que finalmente terminó con el ex duque de Palma en prisión. 

Casa de Campo es descrito como un paraíso en la tierra rodeado de aguas cristalinas y lujo donde los mosquitos son la única y gran molestia. Además de habitaciones y villas de lujo para las vacaciones, el complejo tiene urbanizaciones y vende casas con piscina con precios que van desde los 550.000 dólares, la más barata, hasta los 13,5 millones de la más cara disponible actualmente. El recinto tiene una gran marina, un club de yates, tres campos de golf profesionales, galerías de arte, centros comerciales, hípica, cines, centros de deporte, mucha naturaleza...

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