Política

Puigdemont busca aprovecharse de la decisión del TJUE sobre la inmunidad de Junqueras para poner patas arriba el escenario político

  • Puigdemont alegará que también es eurodiputado desde el 26-M y sin condena
  • Podría intentar adelantar las elecciones catalanas para 'romper la cintura' a ERC
  • Su meta sería anular a ERC, porque no podría ser investido siendo eurodiputado

El procés no deja de dar coletazos y el siguiente llegará el 19 de diciembre, cuando el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) decida si Oriol Junqueras tiene o no inmunidad como eurodiputado. Puede parecer una decisión judicial más dentro de la cascada de resoluciones que ha tenido el conflicto catalán, pero lo cierto es que un pronunciamiento favorable al líder de ERC por parte del tribunal sito en Luxemburgo puede ser aprovechado por su mayor rival político: Carles Puigdemont.

El expresidente catalán podría poner patas arriba el escenario político español sirviéndose de su antagonista, encerrado en prisión. Si ya valora dinamitar las negociaciones entre PSOE y ERC haciendo a Quim Torra -cuya condena por desobediencia llegará en diciembre- adelantar las elecciones catalanes, la posibilidad de aprovechar la inmunidad como eurodiputado y pisar España le daría aun más impulso.

Fuentes parlamentarias trasladan que esto genera verdadero temor y nerviosismo dentro del partido socialista, donde son conscientes que un adelanto en Cataluña sacaría automáticamente a ERC de la mesa que negocia la investidura de Pedro Sánchez.

España y, especialmente, Cataluña se juegan demasiado en este trance. Si las artimañas de Puigdemont tumban la negociación entre Sánchez y ERC, el país estará abocado otra vez a meses de inestabilidad o a nuevas elecciones a menos que el presidente en funciones consiga de algún modo árnica por parte del Partido Popular y/o Ciudadanos.

Que Puigdemont pueda poner un pie en España supone una bomba de relojería para ERC, que vería resucitados los fantasmas del 21 de diciembre de 2017, cuando el expresident les superó por poco en las elecciones convocadas por Mariano Rajoy a través del 155. Los republicanos, con Junqueras ya en la cárcel, pensaban que podrían conseguir su añorada hegemonía dentro del independentismo y empezar a virar hacia una negociación propia con el Estado, pero el escurridizo hombre de Bruselas se adelantó.

El golpe ahora volvería a ser demoledor para una ERC que sueña con el 'sorpasso' a JxCat en el Parlament y con un Pere Aragonès que pacte con los comunes y el PSC. El ardid de Puigdemont cauterizaría esta vía: si JxCat vuelve a quedar por delante de los republicanos, ERC tendría más difícil justificar ese tripartito. Con todo, Puigdemont tendría difícil intentar la investidura, ya que, por la incompatibilidad de cargos, tendría que tendría que dejar de ser eurodiputado y perdería la inmunidad.

Aun así, el hecho de que el expresident pueda hacer campaña 'in situ' le da posibilidades de contrarrestar a Esquerra esgrimiendo en los mítines que los republicanos se han vendido al PSOE. Esta posición de fuerza de Puigdemont le valdría tanto para hacer saltar por los aires las negociaciones entre el PSOE y ERC como para meterse en ellas como elefante en cacharrería. De ahí las prisas de los socialistas y de Unidas Podemos en cerrar la investidura cuanto antes y evitar este tipo de riesgos. Los republicanos también son conscientes de estas amenazas, pero piden pausa y aguardan a ver qué ocurre el día 19.

En todo caso, el abanico de opciones está demasiado abierto y no está claro aún qué camino tomará el TJUE ante la cuestión prejudicial planteada por el Tribunal Supremo español. El precedente inmediato es el informe del Abogado General de la UE, en el que dictaminó que Junqueras tenía inmunidad desde el mismo momento en el que se publicaron los resultados del 26-M.

Una tesis que choca con la defendida por la Justicia española, la Eurocámara y la Comisión: sin recogida del acta ni acatamiento de la Constitución -no pudo hacerlo al estar en prisión-, Junqueras no era eurodiputado y por tanto no tenía inmunidad. El informe del Abogado no es vinculante para el tribunal, pero suele seguir sus recomendaciones.

No hay consenso entre los juristas sobre si una resolución favorable a Junqueras le serviría para quedar en libertad o simplemente sería una 'victoria moral' dado que al pesar sobre él condena ya hay poco que hacer. Lo que sí parece claro es que un veredicto favorable sería aprovechado al instante por Puigdemont y el exconseller Toni Comín, que no recogieron su acta europea en el Congreso. Ambos argumentarían que adquirieron la inmunidad el 26-M con el añadido de que no han sido condenados y por tanto tampoco inhabilitados. De aceptar el TJUE este extremo, los dos tendrían libertad de movimientos. El juego de fechas volverá a ser clave.

También habría que ponderar la capacidad del Supremo de pedir un suplicatorio a la Eurocámara para actuar contra Puigdemont y Comín. Igualmente, queda suelto el cabo de la extradición del expresident que tramita la justicia belga. La vista es el 16 de diciembre, pero parece que se aplazará hasta que el TJUE se pronuncie sobre Junqueras.

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