Los tiempos de cambio que la salida de Albert Rivera ha provocado en Ciudadanos pasan por encontrar un nuevo perfil que ocupe la presidencia y que marque la hoja de ruta de la segunda vida de la formación naranja. El recambio natural sería Inés Arrimadas, fiel escudera y bastión de la formación en Cataluña hasta hace unos meses. Es la favorita oficial, aunque podría no ser la única candidata para ser designada en el cargo.
Lideró el proyecto de Ciudadanos en Cataluña cuando Rivera metió al partido en el Congreso de los Diputados y llegó a ganar las últimas elecciones catalanas en un momento crítico para el independentismo, aunque sin capacidad de gobernar. La última representación de la confianza mutua ocurrió ante las generales del 28 de abril con el salto de la dirigente autonómica a la política nacional como número 1 por Barcelona y ocupó el sitio contiguo al líder en el hemiciclo.
El devenir de la legislatura, sin embargo, haría que el nuevo momento político de Ciudadanos, con sus dos mayores líderes compartiendo ubicación parlamentaria, no durara mucho. La incapacidad de Pedro Sánchez de formar Gobierno y la deriva, a la derecha, que tomó Rivera con el veto al socialista abrió una crisis interna en el partido de la que ya no se recuperaría y que se traduciría en los 10 diputados del 10-N.
Rivera se reforzó con cambios en su Ejecutiva en junio y limpió el partido de parte de sus críticos sin expulsiones tras una oleada de dimisiones. De ahí que el relevo más fácil, y por el que apuesta la recién disuelta Ejecutiva, sea el de la continuidad con Arrimadas, que ha revalidado su escaño a pesar de la debacle en la que Cs se dejó 2,5 millones de votos y 47 escaños.
Aguado piensa en postularse
De momento, Arrimadas no se ha pronunciado sobre sus intenciones pero ya le ha salido un posible contrincante para el Congreso extraordinario cuya fecha está por fijar. Ignacio Aguado, el líder de la formación en la Comunidad de Madrid y vicepresidente de esa autonomía, ha mostrado interés en postularse como sucesor de Rivera, aunque de momento no ha dado ningún paso más allá a la espera de ver qué opina Arrimadas y cómo se plantea la decisión.
Quien sí se ha descartado ha sido Luis Garicano. El líder de la delegación de Eurodiputados de Cs es uno de los representantes del ala crítica que sobrevivió a la crisis del partido y con quien Rivera firmó la paz en la campaña electoral del 10-N, justo antes del batacazo. En una entrevista en Onda Cero, Garicano ha elogiado al ya exlíder por la "asunción de responsabilidades valiente que le honra" y ha indicado que Arrimadas "sería una excelente candidata para presidir Ciudadanos", negando que él vaya a dar el paso. No es de la misma opinión Javier Nart, quien cree que se vuelve "al bucle si se piensa en las personas como solución".
Sobre la ruptura interna en Cs, Garicano aseguró anoche que "en Ciudadanos no sobra nadie, falta gente y hay que integrar a todos aquellos moderados y de centro. Ojala pudiéramos recibir a los que se han ido".
