
Los índices bursátiles a ambos lados del Atlántico acarician sus máximos históricos, mes y medio después del hundimiento provocado por el Día de la Liberación, en el que Trump anunció sobre una pizarra la tabla de aranceles para todo el mundo. Sin embargo, las piezas del puzzle no acaban de encajar. El resultado de las negociaciones comerciales tras la tregua de 90 días concedida por Trump es incierto. El presidente de Estados Unidos amenazó este viernes con aranceles del 50% a Europa, unos días después de que Bruselas recuperara el plan para gravar las exportaciones estadounidenses con 95.000 millones.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, acusa, por su parte, a la UE de no presentar propuestas de calidad y de "no negociar de buena fe", lo que impide el avance de la negociación comercial. El director ejecutivo de JPMorgan, Jamie Dimon, declaró este lunes que el impacto total de los aranceles no se ha trasladado aún a la economía en general y advirtió que el mercado bursátil podría desplomarse a medida que las empresas se enfrentan a los nuevos costes de bienes y suministros.
Bruselas redujo esta semana en cuatro décimas la previsión de crecimiento de la eurozona, hasta el 0,9%, mientras que el PMI de mayo sorprendió al perder los 50 puntos, que marca la frontera entre un contexto recesivo o de crecimiento.
En China, la tregua con Trump mejoró la confianza del mercado, pero los economistas advierten que la dinámica del comercio mundial podría haber cambiado radicalmente. La batalla arancelaria impulsó a algunos países a replantearse su dependencia de Estados Unidos, desafiando el orden de libre comercio de posguerra, tradicionalmente arraigado en el liderazgo estadounidense. El arancel efectivo está en el 31,8%, inferior al 103,6% anterior al 12 de mayo, aunque sigue siendo el más alto aplicado a los socios comerciales americanos.
"Esto no es una vuelta a la normalidad. El conflicto dista mucho de haber terminado", afirman en Fitch Ratings. Se espera que la tasa arancelaria sobre los productos chinos disminuya del 23 % al 13 %, un nivel muy por encima del 2,3% de 2024.
Los aranceles no volverán al nivel de antes y la economía se resentirá desde este trimestre
El crecimiento chino se deterioró en abril en términos interanuales, mientras que aguantaron la producción industrial y las exportaciones. El impacto se dejaría ya sentir en el segundo trimestre, con un incremento del PIB de entre el 3 y el 3,5%, muy alejado del objetivo del 5% perseguido por el Gobierno.
El mayor golpe sería para Estados Unidos. S&P Global Ratings considera que el arancel base del 10% sobre las importaciones globales podría convertirse en norma. Lo que provocaría un aumento temporal de la inflación a alrededor del 3% y un frenazo del PIB a entre el 1,5% y el 1,9% en 2025 y 2026, frente al 2,8% en los dos años anteriores.
El Índice de Confianza de la Universidad de Michigan sigue a la baja y las expectativas de inflación al alza, lo que impedirá a la FED seguir bajando alegremente los tipos de interés. La Fed de Atlanta ya deja el recorte de tipos en uno solo en 2025, frente a los dos, como mínimo, que descuenta el mercado.
Esta semana, arrancó con la bajada del rating a EEUU por parte de Moody's. Los rendimientos de los bonos a 30 años alcanzaron el 5%, impulsados por la inquietud sobre el endeudamiento oficial y volvieron a tensionarse el miércoles, cuando el Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes aprobó el proyecto presupuestario sobre impuestos y gastos, que permitirá cuadruplicar el límite actual de la deducción por impuestos locales y estatales desde 10.000 a 40.000 euros anuales. Los cálculos preliminares apuntan a que el déficit público aumentaría en casi tres billones de dólares hasta 2034, consolidando los recortes de impuestos y el aumento del gasto, pese a los recortes aplicados en los programas de Medicaid y sobre de emergencia alimentaria.
La deuda federal asciende a unos 29 billones de dólares, casi el doble del nivel que tenía cuando Trump aprobó la reforma tributaria de 2017. Casi uno de cada siete dólares se destina al pago de intereses, una cifra superior a la que el país destina a defensa. Si el Congreso no lo impide, el país tomará prestados otros 21 billones de dólares entre 2025 y 2034, lo que aumentaría la deuda pública alrededor del 40% en una década. Un nivel insostenible. El plan de Trump hace aguas por todas partes.
El panorama básico es el siguiente: Estados Unidos tiene un desequilibrio estructural entre impuestos y gasto, debido al envejecimiento de su población, los aumentos del gasto, las rondas de recortes de impuestos y los programas de emergencia durante la crisis financiera de 2008 y la pandemia de Covid-19 que los planes de Trump no reducirá, sino al revés, lo empeorará.
Los resultados empresariales batieron las expectativas en el primer trimestre, con un alza del 13%, frente al 8,7% esperado. Pero son cifras aún no afectadas por los aranceles. Muchas compañías han comenzado ya a revisar sus expectativas a corto y medio plazo. No sólo se extiende la preocupación con respecto a la inflación, el crecimiento para este año podría quedar reducido a entre 0,5% y 1%.
Aunque las bolsas miren para otro lado, no hay motivos para la alegría y menos aún para la euforia, más bien se impone la prudencia. Los mercados siempre acaban reflejando los fundamentales de la economía.
En cuanto a la economía española, el informe anual del Banco de España señala que el arancel medio para los productos en EEUU ha pasado del 3% al 12% y podría quedarse en el 18% y afecta a productos como componentes de automóvil, el vino ó al aceite. Pero a medio plazo sería mucho peor si alcanza al turismo. "Las previsiones están sometidas a una extraordinaria incertidumbre", se desconoce cómo acabarán las negociaciones o cómo reaccionará la demanda al precio una vez aplicados los aranceles, señala el banco central.
Con todo, la institución que dirige Escrivá reduce a 0,3 puntos el impacto en el PIB y a un porcentaje similar las inversiones ó el consumo. El Banco de España, pese a adoptar un tono conciliador con las políticas del Gobierno y con la propia reforma 'Escrivá" sobre las pensiones, critica que no se haya aprovechado el fuerte tirón de la recaudación fiscal favorecido por la inflación para realizar una consolidación fiscal "rigurosa", en un contexto de gastos disparados por culpa de las pensiones, la sanidad o la Defensa.
PD.- Las votaciones de Cepyme dieron el triunfo a Ángela de Miguel, la candidata presentada y apoyada por el presidente de la gran patronal, Antonio Garamendi, por una diferencia mínima de sólo 30 votos. Es la menor distancia jamás registrada en la historia electoral de Cepyme ó de CEOE y demuestra una clara fragmentación interna. Paradójicamente, el ex presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, cayó por culpa de los vocales de su tierra, Andalucía. En el último minuto, los votos de Huelva cambiaron súbitamente de bando. El giro se atribuye a las gestiones realizadas por el presidente de la CEA. la patronal andaluza, Javier González de Lara, fiel a Garamendi.
El escrutinio muestra que fue esencial la delegación de voto, más susceptible de obedecer a las presiones denunciadas por Cepyme. Así, De Miguel logró 150 delegaciones de voto, el triple que Cuerva, que sólo tuvo 50. En las votaciones a pie de urna, donde el acto es secreto, fue éste último el que barrió, con 166 frente a sólo 96.
Gerardo Cuerva planea emprender la reconquista de la CEOE tras perder Cepyme por poco
La cuestión es si la historia se termina aquí o tendrá una segunda parte. Es decir, si Cuerva se presentará a las elecciones de la CEOE frente a Garamendi del año que viene. El ex presidente de Cepyme dijo que abriría una "reflexión" tras perder las elecciones, pero su círculo cercano asegura que está "muy animado". Seguirá siendo miembro de las juntas directivas tanto de CEOE como de Cepyme en representación de la patronal de Granada, que dirige desde hace años con un apoyo aplastante.
Desde esta patronal podría comenzar la reconquista, aseguran algunos allegados. Una de las opciones que tiene es presentarse a las elecciones de la CEA, en una especie de desquite frente a la patronal que propició su derrota y una de las más próximas al presidente de la CEOE. Más de la mitad de las provincias andaluzas están con Cuerva.
"Estamos recibiendo ofrecimiento de dinero por parte de patronales de toda España para que resistamos y preparemos la campaña a las elecciones de la CEOE", asegura su entorno, donde se matiza. "Aún no sabemos qué hacer". Cuerva está tentado de repetir la gesta de su ancestro, el sultán nazarí Boabdil, que no se rindió a Isabel y Fernando y aguntó diez años el cerca de Granada.