
El exitoso viaje del presidente Juanma Moreno a China pone el foco en la capacidad de atraer inversores que ejerce Andalucía. La industria automovilística del país asiático lo ha visto claro (Desay, Coronet, HRC): ante un panorama de aranceles, mejor producir en la UE. En el caso del hidrógeno verde, Andalucía ha sabido moverse bien y rápido: Grandes empresas mundiales ya habían apostado por emplazamientos andaluces para desarrollar esta energía (Cepsa, Maersk. EDP …), con Huelva y Cádiz como focos principales. El consejero Paradela lleva tiempo predicando que este boom no se puede quedar en la producción de energías limpias, sino que debe abarcar toda la cadena de valor industrial. Con el anuncio milmillonario de Hygreen para Huelva, Málaga y Sevilla se demuestra que no sólo predicaba, sino que también estaba sembrando. La inversión de Sernatec en Málaga para fabricar baterías de litio, y los que vendrán, afianza el discurso. La gira china de Moreno da fuerza a sus recetas de estabilidad, diálogo social, rebajas fiscales y seguridad jurídica como bazas de Andalucía.
La minería es otro de los sectores calientes. La venta de Cobre Las Cruces por parte de First Quantum es inminente, y proyectos como el de Aznalcóllar con Minera Los Frailes arrancan ya definitivamente. Atalaya crece en Ríotinto, y hay en marcha cientos de proyectos de investigación en busca de más yacimientos rentables. Se trata de un sector que va a dar buenas noticias. Como Defensa y Aeroespacial.
Y a la espera de las lluvias del otoño, en más de 300 de los 785 municipios andaluces están ya pendientes de la próxima cosecha de aceituna. La gran campaña agrícola andaluza. Tras dos años de precios elevados pero bajísimas producciones por la sequía, el sector espera recuperar la normalidad en la próxima campaña: una producción que puede estar en España en torno a 1,2 ó 1,4 millones de toneladas de aceite y precios más razonables para el consumidor, que los expertos sitúan en el entorno de los 5 euros por kilo. Esta vuelta a la normalidad no puede sin embargo ocultar la necesidad de agua, reconversión tecnológica y valorización del producto que tiene que acometer buena parte del olivar menos productivo si quiere mantener la vida en los pueblos andaluces.
En política autonómica, un año sin elecciones a la vista es a priori buen momento para acometer reformas que no admiten más dilación, como la que tiene pendiente la administración pública para dejar de ser en muchas ocasiones un lastre y convertirse en motor a través de la simplificación de procedimientos, la digitalización y la eficiencia. La batalla por la financiación y contra el cupo catalán va a impregnarlo todo. En el PSOE, ruido de sables en torno a Espadas y la posición del partido en la comunidad en torno a la 'singularidad' catalana, con el congreso federal en noviembre en Sevilla.