Los números son tozudos. Con la desaparición de Ciudadanos (un solo procurador equivale a desaparecer), el PP solo conseguiría el Gobierno de Castilla-León con Vox. Aun así está claro que el centro-derecha ganó a pesar de ir separado. Por contra la izquierda se presentó casi unida y ha perdido.
Es verdad que Castilla y León siempre tuvo un electorado mayoritario que era de centro-derecha y su Gobierno fue desde hace mucho tiempo del PP. Por eso es difícil extrapolar los resultados al resto de España. Una España con una mayoría en general sociológica/electoral distinta.
Pero estos resultados sí que van a influir en España y en sus partidos. En el PP tendrán que reflexionar sobre el fenómeno Vox y Ciudadanos. El primero al alza y el segundo a punto de desaparecer. Casado lo tiene que digerir y decidir sobre lo que quiere hacer sobre ellos y sobre su política electoral.
Su primera decisión es sí integra a Vox en Castilla-León o no. Lo que más le conviene es hacer lo de Madrid: alcanzar un Gobierno en solitario con el apoyo parlamentario de Vox. Pero la formación de Abascal ha dicho ya que quiere la Vicepresidencia. Veremos.
En todo caso, en el centro-derecha, quien tiene que tomar la decisión más inmediata es el presidente andaluz. Juanma Moreno debe decidir si se presenta en listas junto a Ciudadanos. Es verdad que el partido naranja andaluz es diferente a los otros de España. También que hasta ahora su vicepresidente, Juan Marín, no ha tenido veleidades de "mociones de censura" extrañas. La duda es sí el centro-derecha andaluz sacará más votos junto o separado. Parece seguro que serán dos listas como mínimo (Vox irá por separado), aunque pueden ser tres. Esa es la gran decisión de Moreno y Marín. Tienen unos meses por delante para reflexionar y decidir. Lo veremos antes de septiembre.
De espaldas a Génova
Lo que es seguro es que Moreno tomará sus decisiones independientemente de Genova por la pérdida de autoridad del aparato del PP. Lo quiera o no admitir. Todos los barones del PP recuerdan que en Génova no eran entusiastas de la decisión de Ayuso y propiciaron la de Mañueco. Lo mismo pasará con Ciudadanos de Andalucía: no esperarán que Inés Arrimadas les dé el visto bueno.
Por otra parte, PSOE y UP han perdido juntos. También deben reflexionar. Su primera conclusión debe ser que las elecciones las carga el diablo. Así que los adelantos electorales no son aconsejables en este momento. Ni siquiera con Tezanos en el CIS ofreciendo resultados extraños. Las elecciones municipales y autonómicas pasarán y luego ya se verá. Para Sánchez y sus aliados es "urgente esperar". Dos años de legislatura dan para mucho.
Además, el 13-F demostró que en gran parte de España el sentimiento provincial está presente. La división de Javier de Burgos de 1833 está muy arraigada. Los partidos nacionales y autonómicos tienen que tener muy en cuenta esta realidad. Habrá que ver con detalle los trasvases de votos a los partidos provinciales. Pero parece que sus electores son trasversales y reciben votos del desencanto desde todos los partidos. En el futuro los electores decidirán si el Teruel existe se repite en otras áreas. En el Congreso de los Diputados (tras las próximas elecciones generales) seguro que habrá más diputados de partidos uni-provinciales. En resumen, lo que está pasando es que el electorado está reflexionando y cada vez es más variable.
Todos los partidos nacionales deben de reflexionar sobre ello ¡Que los partidos nacionalistas y separatistas se anden con cuidado si el provincialismo arraiga! No hay mal que por bien no venga.