El PP ha ganado este domingo las elecciones en Castilla y León pero tendrá que contar con un imparable Vox para gobernar. El PSOE de Pedro Sánchez se da un batacazo al dejar de ser la primera fuerza política en la región y perder siete escaños. Ciudadanos solo logra un representante y Soria Ya, la otra gran triunfadora, entra en el Parlamento con tres procuradores.
Unos resultados que para los populares son un triunfo si se tiene en cuenta que ganan dos procuradores respecto a 2019 y podrá mantener, tras 35 años, uno de sus principales feudos. Pero una 'amarga victoria' si se tiene en cuenta que las expectativas del presidente castellano y leonés era lograr una victoria suficiente como para gobernar en solitario.

A nivel nacional, los resultados en Castilla y León tienen una doble lectura. La formación de Pablo Casado no logra avanzar de forma contundente pero reflejan una clara derrota para el Partido Socialista de Pedro Sánchez, que se hunde.
Vox será la llave de gobierno para Fernández Mañueco, que acabó con la coalición que mantenía con Ciudadanos. Santiago Abascal ya anunció tras conocerse los resultados que entrará en el gobierno regional a cambio de investir a Mañueco presidente de la Junta. "Qué cara de vicepresidente se le está poniendo a Juan García Gallardo", ha señalado el líder nacional de Vox.
El fracaso de Pedro Sánchez y de su coalición de gobierno no solo se refleja en la pérdida de 7 escaños sino que ha convertido en hegemónico al centro derecha que representan PP y VOX.
Crisis en el PSOE
Los malos resultados del PSOE abrirán también una importante crisis entre los socialistas castellano y leoneses. Luis Tudanca no solo no ha sido capaz de mantener la clara ventaja que tenía sobre el PP sino que retrocede de forma estrepitosa y se aleja definitivamente como opción futura para acabar con la hegemonía de los populares.
El candidato socialista ha dejado entrever una posible marcha del liderazgo del partido. "Otro vendrá que hará el cambio", señaló emocionado en la comparecencia de valoración de resultados.
Una campaña en descenso para el PP
El candidato del PP, Alfonso Fernández Mañueco, no ha sido capaz de superar la 'pájara' que sufrió a mitad de la campaña cuando los sondeos del CIS empezaron a hablar de la posibilidad de una mayoría insuficiente para formar alianza con VOX y dejaban la puerta abierta a un gobierno de coalición de la izquierda con los partidos localistas.
Fue entonces cuando comenzó a dar más protagonismo en la campaña a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, pese a las directrices de Génova, que habían planteado las elecciones como una especie de primera vuelta entre Pablo Casado y Pedro Sánchez, por lo que el presidente nacional del PP ha tenido una importante presencia en la Comunidad.
A ello contribuyó también que tanto PSOE como Ciudadanos han centrado buena parte de su campaña en acusar a Mañueco de un adelanto electoral que no estaba justificado más que en el interés de Pablo Casado para infligir una doble derrota: por un lado a Pedro Sánchez y, por otro, a Isabel Díaz Ayuso.
Elecciones en solitario
Otro de los factores que jugaban en contra de Mañueco era que por primera vez las elecciones no coincidían con las municipales, lo que reduciría el tirón de participación que tienen los alcaldes, mayoritariamente del PP, tienen en el electorado de los pueblos.
A favor de esa desmovilización también contribuían los pronósticos de lluvias y el temor que todavía genera la pandemia del Covid entre la población de más edad en el territorio.
Menos participación
La participación ha sido una de las claves de estos resultados. La afluencia de las urnas ha sido del 63,5%, dos puntos menos que el 65,79% registrado en 2019. Las zonas rurales han sido más remisas a votar, mientras que se ha mantenido en las zonas urbanas.
En todo caso, para facilitar la participación la Junta de Castilla y León habilitó autobuses para que personas que no tenían mesas electorales en sus entidades locales menores, al no ser elecciones municipales, puedan ir a su municipio de referencia a ejercer su derecho al sufragio. Por su parte, las personas con un discapacidad visual del 33% han podido solicitar un kit para el derecho al voto accesible, que también han podido recibir los solicitantes en sus domicilios.
Desglose por provincias
Cabe recordar que en estos comicios se eligen los 81 asientos de las Cortes de Castilla y León, por lo que la mayoría absoluta se fija en 41. Valladolid elige 15 procuradores, León 13, Burgos 11, Salamanca 10, Ávila, Palencia y Zamora 7, Segovia 6 y Soria 5.
El PP y el PSOE se reparten cuatro de las 9 provincias cada uno, mientras que Soria Ya venció ampliamente en la provincia homónima. Los populares vencen en Zamora, Segovia, Salamanca y Ávila mientras los socialistas lo hacen en Burgos, León, Palencia y Valladolid.
Sin embargo, se producen empates a número de escaños entre los dos partidos más votados en León (PP y PSOE, 4), Palencia (PSOE y PP, 3), Valladolid (PSOE y PP, 5) y Zamora (PP y PSOE, 3).
Soria Ya destaca en la provincia consiguiendo un número similar de votos a los de PP y PSOE juntos, con más del 42% de los sufragios en la circunscripción.
Escasos incidentes
La jornada se desarrolló sin incidentes de consideración, con la inmensa mayoría de los colegios abriendo a las 09.00 horas como estaba previsto. El suceso más reseñable fue la desaparición de un censo electoral en una mesa en Salamanca y la apertura de expediente policial a un vocal de mesa en Ávila que se negaba a usar la mascarilla y que tuvo que ser sustituido.
Además, la candidatura de España Vaciada denunció la falta de papeletas en colegios electorales de Palencia, Salamanca y Burgos.
Por otra parte, Vox y el PSOE han presentado sendas denuncias ante la Junta Electoral autonómica contra el Partido Popular por unos mensajes en las redes sociales que consideran que es una "vulneración cristalina" de la ley durante la jornada de votación por incurrir en una "solicitud del voto mediante una campaña electoral con el hashtag #YoVotoPP".