
Con el tiempo suficiente para haber reflexionado sobre el esperpento del pasado jueves en el Congreso, con la experiencia de ser un veterano cronista parlamentario, tras haber consultado a juristas y políticos y a la espera de que los Tribunales decidan si tenemos o no reforma laboral, la única conclusión que se apunta con certeza es que como reza el título de la miniserie dirigida por Pau Freixas, todos mienten en esta tragicomedia de una clase política a la que el calificativo de mediocre le viene grande y que está convirtiendo las instituciones democráticas en un sainete desquiciado y haciendo del Parlamento un templo del mercadeo político con la colaboración inestimable de una injusta ley electoral que nadie se atreve a reformar.
Miente el diputado Alberto Casero cuando atribuye su voto afirmativo a un error informático, cuando todo apunta a que fue un error humano al confundir en la emisión del voto telemático para la convalidación y la tramitación como ley, siendo además la tercera vez que votaba al contrario que su grupo en ese Pleno. Ex diputados relevantes de los dos partidos mayoritarios descartan la manipulación de los servicios informáticos del Congreso, pero consideran también "un bochorno" las interpretaciones y la actuación de la presidenta de la Cámara.
Una Meritxell Batet que mintió también al afirmar a viva voz que "la Mesa del Congreso había tomado una decisión", para posteriormente reconocer a varios diputados que la Mesa no se había reunido y que "se había equivocado". Batet debería haber convocado a la Mesa del Congreso y podría haber incurrido en prevaricación. Un delito que, como es sabido consiste en que una autoridad, juez u otro servidor público dicta una resolución arbitraria en un asunto administrativo o judicial a sabiendas de que dicha resolución es injusta y contraria a la ley.
La resolución de la Mesa que habría incumplido Batet señala concretamente que "el diputado que hubiera emitido su voto mediante el procedimiento telemático no podrá emitir su voto presencial sin autorización expresa de la Mesa de la Cámara que, en el supuesto en que decida autorizar el voto presencial, declarará el voto telemático nulo y no emitido". Que decida la justicia.
Miente, igualmente, el líder de UPN, Javier Esparza quien cerró un pacto con Bolaños que ocultó a sus dos diputados traicionando sus convicciones y los principios originarios del partido, mientras que ahora pide el escaño de sus diputados por haber votado en conciencia.
Como miente el PSOE cuando por boca de Adriana Lastra habla de compra de votos cuando la única compra probada es la de los socialistas a UPN ofreciendo inversiones y no apoyar la reprobación del alcalde de Pamplona.
Y si no miente, dramatiza al menos el PP, no en la denuncia a Batet, sino en exculpar y justificar al tal Casero, auténtico desencadenante de la farsa. Es el número dos de Egea y lo van a defender como sea", afirman desde la filas populares para añadir que "con estos mimbres no se pueden afrontar unas generales".
Cuando lo realmente importante en este asunto es que se ha llegado a un acuerdo sobre la reforma de las condiciones laborales con el apoyo de sindicatos y empresarios que beneficiando a los trabajadores no son perjudiciales para los empresarios, el Gobierno y al resto de los partidos del arco de los parlamentarios demuestran que les importan poco o nada el mercado laboral y los derechos de los trabajadores, ni el acuerdo y la opinión de los agentes sociales a los que la Constitución en su artículo 7 adjudica un papel fundamental en la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que les son propios. Como tampoco la recuperación económica, ni lo que pueda ocurrir con los fondos europeos,
Y mientras ellos se divierten nos enteramos de que, como recoge el último radar empresarial de Axesor, el año 2022 no empieza bien para las empresas, que son las que crean empleo y riqueza, con un total de 388 insolvencias declaradas en enero, un 11,17% más que hace un año, mientras que la mortalidad empresarial creció un 18,03% hasta registrar 9020 disoluciones en un mes. Sólo ellos y sus intereses personales y partidarios les preocupan y lo que es más grave, les ocupan.