La convalidación parlamentaria de la reforma laboral se enfrenta a más vaivenes de los que el Gobierno esperaba. A la negativa ya definitiva que confirmó el PNV, los dos diputados de UPN (Sergio Sayas y Carlos García Adanero) se distanciaron esta mañana del mensaje favorable al decreto que lanzó anoche el líder de su partido, Javier Esparza. Sin embargo, ambos se muestran ahora dispuestos a acatar el mandato de su directiva y votar afirmativamente
Sayas, quien fue rival de Esparza por el liderazgo de la formación, se muestró en un primer momento contundente al poner de manifiesto las dificultades que le supone "aceptar una directriz que no comparte, pero no llegó a confirmar que rompería la disciplina de voto que la impone la Dirección de su formación y, de momento, ese extremo queda descartado.
Por su parte, más duro todavía se manifestaba García Adanero al dejar claro que, a su juicio, supone un "error enorme" convalidar el decreto ley de la reforma laboral. Con todo, todo apunta a que seguirá el mismo camino que Sayas y también brindará su aval en la votación de esta tarde.
Durante unas horas, Se planteó así un serio riesgo de que el muy benévolo panorama para el Gobierno que se presentaba hace escasas horas se trastoque. Fue entonces cuando PDeCAT y UPN, aparentemente, zanjaron el debate sobre cuál será su postura ante la convalidación en el Congreso de la reforma laboral acordada por el Gobierno con los agentes sociales. En la tarde del miércoles, los posconvergentes, por boca de su diputado Ferran Bel, anunciaron que sus cuatro diputados darán el sí a la norma, al considerar "positivo" su contenido, lo que ya implicaba que la llamada vía Ciudadanos, sumada al aval de los minoritarios como Más País y Compromís, permitía asegurar 174 votos favorables en la Cámara Baja.
Ahora bien, para alcanzar la mayoría necesaria, dando ya por descartado el apoyo de ERC y Bildu (quienes exigen que lo pactado con patronal y sindicatos pueda someterse a enmiendas), todavía eran necesarios los votos favorables de los dos representantes con los que cuenta en el Parlamento Unión del Pueblo Navarro (UPN), o al menos su abstención.
Con poco tiempo de diferencia con respecto al PDeCAT, la Dirección de UPN lanzó el comunicado en el que informaba de que también brindará su aval en la Cámara Baja, pero ese documento se vio después cuestionado
Tras estas incorporaciones, el Gobierno podía afrontar con plena tranquilidad el Pleno de hoy jueves, con 176 sufragios favorables ya garantizados. Ahora bien, el Gobierno buscó un colchón todavía más amplio.
Aun así, fuentes cercanas al Ejecutivo, aseguraron que se han mantenido abiertas las conversaciones con el PNV para que se desmarque de la negativa y finalmente se abstenga. Este propósito, sin embargo, quedó por completo en vía muerta después de que la pretensión de los nacionalistas vascos de que los convenios autonómicos prevalezcan sobre los estatales no ha prosperado.
Sin poder contar con PNV, ERC y Bildu, la vía Ciudadanos, junto con los minoritarios, ofrece la única solución para salvar la reforma laboral. Es, por cierto, el partido naranja el que se ha revelado como decisivo para poder obviar al llamado bloque de la investidura, en el que se alinean ERC y Bildu.
No en vano la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, agradeció el "tono", el "apoyo" y la "mano tendida" de Ciudadanos -que ha comprometido su voto favorable si el texto se aprueba sin cambios- y recalcó que se trata de un "cambio de actitud" que llega en "un momento importante para abordar de forma constructiva este nuevo ciclo económico".
Defensa de la vicepresidenta
Calviño hizo una firme defensa de la nueva norma en el Congreso, hasta el punto de mostrar una actitud muy cercana a la principal impulsora de la reforma, la vicepresidenta Yolanda Díaz, pese a las diferencias que en el pasado separaron a ambas en este ámbito.
El portavoz naranja, Edmundo Bal, aseguró que "la parte socialista del Gobierno" se muestra "muy firme" en respetar el acuerdo entre sindicatos y empresarios sobre la reforma laboral y en no tocar "una sola coma" del mismo tal y como está redactado.