Como explico en este artículo, Marruecos no solo es importante por lo que actualmente representa sino también por lo que va a representar en nuestro camino hacia África, el futuro de Europa.
Conocí verdaderamente Marruecos a partir del año 1989 cuando siendo presidente del grupo Tavex, decidí, junto a mi equipo y mi Consejo, invertir más de 60 millones de dólares (todavía no había euros) en una nueva fábrica de denim (tejido para hacer prendas vaqueras) al objeto de que nuestros clientes (Levis, Wrangler, Zara, Mango, etc.) pudieran competir con las prendas asiáticas (no solo chinas) que entonces empezaban a amenazar la producción europea.
Yo ya conocía las posibilidades económicas que teníamos en Europa y América y descubrí en Marruecos un país con muchas debilidades y problemas pero también con muchas personas dispuestas a trabajar honestamente por el desarrollo de sus personas y sobre todo un país con una gran estabilidad económica y social (pocos estaban entonces de acuerdo conmigo, pero en estos temas no me suelo equivocar y una vez más el tiempo me dio la razón).
El 4 de marzo de 1991 (solo 9 meses después de comprar el terreno, demostrando que en Marruecos se podía trabajar con rapidez y eficacia) pusimos en marcha la fábrica en Settat, que llamamos Settavex y que fue un gran éxito económico para nosotros y para nuestros clientes, pero esta es otra historia.
Lo importante es que descubrí enormes posibilidades para el crecimiento de Marruecos con lo que aumentarían las exportaciones españolas, generando mucho empleo y reduciendo los problemas entre España y Marruecos entonces focalizados en la emigraciones descontroladas y la pesca.
Expliqué mi visión de Marruecos en la CEOE e inmediatamente José María Cuevas y José María Lacasa me propusieron ser presidente del Comité Hispano Marroquí que recientemente habían creado junto a sus colegas marroquíes de la CGEM.
Acepté el cargo sin retribución y durante más de 20 años lo mantuve, consiguiendo espectaculares crecimientos de las exportaciones españolas a Marruecos (lo que significa empleos para los españoles) hasta el extremo de sobrepasar a Francia como primer socio comercial de Marruecos llegando a poner a Marruecos en el octavo puesto de la exportaciones españolas y el segundo fuera de la UE solo detrás de EE. UU. Tengo que reconocer que los apoyos de las organizaciones empresariales y de los gobiernos fue muy importante y en cuanto a los gobiernos quiero hacer especial mención al de Felipe González en España y al de Driss Jettou en Marruecos ya que ambos se volcaron por el éxito de nuestras relaciones porque compartían nuestra visión.
El año 2019 Marruecos mantenía el octavo puesto de nuestras exportaciones con una cifra de 8.454.045,62 miles de millones, muy superior a China y 4 veces superior a las exportaciones a Brasil, países en los que invertimos mucho más esfuerzo y dinero que en Marruecos y además tienen una capacidad de compra muy superior. El año 2020 fue sobrepasado ligeramente por China porque Marruecos ha sufrido la crisis económica del Covid mucho más que China. Estas exportaciones a Marruecos suponen muchos miles de puestos de trabajo para españoles porque además el 76% son productos de alto valor añadido con gran proyección de crecimiento.
Pero además, en los últimos años, aparte de mis estudios sobre inteligencia artificial, he estudiado las enormes posibilidades de África y he llegado a la conclusión documentada (que aportaré en otro artículo) de que: África es la gran oportunidad económica para Europa, y España junto a Marruecos debe liderar este proceso porque Marruecos es el segundo inversor en el África subsahariana y el primero en la mitad norte de África.
Este proceso inversor de Marruecos en África está liderado por empresas privadas (es decir por razones económicas y no políticas) de muchos sectores predominando, banca, construcción, seguros y tecnología y estas empresas líderes están dirigidas por amigos de España que estarían encantados de colaborar con nosotros en este proceso de integración económica entre Europa y África que puede devolver a Europa al puesto que le corresponde en el mundo y que está perdiendo año tras año.
No me gusta motivar por razones negativas, pero del mismo modo que el crecimiento de Marruecos y África creará grandes oportunidades para España y Europa, las crisis de Marruecos y África serían grandes amenazas para España y para Europa, porque la geografía no la podemos cambiar.
Esta es mi visión y estoy absolutamente seguro de no equivocarme aunque no dispongo de espacio en este artículo para dar más información.
Gracias por leerme.