
El conflicto entre España y Marruecos puede poner en riesgo la renovación de la concesión del gasoducto del Magreb que vencerá este próximo mes de octubre. Naturgy y Galp llevan prácticamente dos años de tira y afloja para tratar de renovar un acuerdo firmado hace 25 años con Marruecos pero sobre el que no se ha podido alcanzar un acuerdo pese a los intentos que han llevado a cabo las partes implicadas.
La concesión otorgada a la empresa EMPL para transportar el gas argelino desde el corazón del Sahara hasta Europa se ha convertido en algo prácticamente innecesario para Naturgy que cuenta con la vía alternativa de Medgaz, aunque sigue resultando imprescindible para la seguridad de suministro española.
Naturgy firmó hace dos años un gran acuerdo de compra de gas con Argelia valorado en cerca de 30.000 millones de euros y reforzó su presencia en Medgaz, el gasoducto entre España y Argelia. No olvidemos que Sonatrach es uno de los accionistas de la española.
Renegociación del contrato
Dos años después, la compañía decidió reducir su exposición al gas y renegoció el contrato para reducirlo prácticamente a la mitad por la fuerte caída de consumo registrada. Ahora se estima que la valoración del mismo ronda los 12.000- 15.000 millones de euros.
La gasista puede utilizar Medgaz para transportar íntegramente los 10 bcm de gas que tiene contratados con Argelia sin necesidad de pasar por Marruecos pero contar con una segunda vía de suministro le da a Naturgy un negocio adicional e incrementa la seguridad de suministro para el sistema gasista.
La falta de acuerdo entre Naturgy y el Gobierno marroquí ha supuesto además que la compañía comenzase a aplicar criterios de prudencia financiera ante el riesfgo de no renovación de la concesión. De hecho, en las cuentas de 2019 ya se incluía una provisión de 80 millones de euros por el fin de la misma.
A lo largo de los últimos dos años se han producido conversaciones entre las partes en diversas ocasiones y, de hecho, el verano pasado se estuvo a punto de renovar la concesión pero no se alcanzó dicho acuerdo.
La situación, de hecho, se tensó de forma notable entre los negociadores tras la operación de compra de Medgaz por parte de Naturgy. Esta vía de suministro directo desde Argelia a España puede forzar una reducción de los cánones que percibe Marruecos por el gas vehiculado. De hecho, según los datos de la propia compañía, entre 2019 y 2020 la cantidad de gas que pasó por este tubo se redujo un 36%.
Dentro de este gran juego, Enagás desembarcó en Marruecos junto con Elecnor y Fomento en 2018 para formar un consorcio que pretendía desarrollar un gasoducto y una planta de tratamiento de gas para la británica Sound Energy.
Sonatrach inició la construcción de un gasoducto de 200 kilómetros para desviar el flujo de GME hacia Medgaz
El gasoducto de 120 kilómetros de longitud iba a conectar el pozo del grupo británico con el gasoducto del Magreb-Europa pero finalmente esta infraestructura nunca llegó a buen puerto.
Como respuesta, Sonatrach inició la construcción de un gasoducto de 200 kilómetros para desviar el flujo del gasoducto GME hacia Medgaz y viceversa, lo que iba a otorgar una mayor versatilidad a Sonatrach para exportar su gas.
El consejero delegado de Sonatrach aseguró en aquel momento que esta inversión no significaba necesariamente que el tránsito a través Marruecos fuese a cesar pero el miedo se instaló en el aire y sigue presente.
Ampliación de capacidad
El nuevo gasoducto se conectará en El Aricha, en la frontera entre Argelia y Marruecos, con Beni Saf, el punto de partida de Medgaz. Sonatrach se ha puesto ya a trabajar en la ampliación de capacidad de Medgaz para poder pasar de 8 a 10 bcm al año y con la intención de incrementarla hasta los 16 bcm pero los gestores del tubo todavía no han anunciado estas inversiones ante el frenazo sufrido por la interconexión entre España y Francia que ha limitado la capacidad de llegada de gas argelino al corazón de Europa y la fuerte caída del consumo de gas.
Naturgy cuenta en estos momentos con una compañía dedicada específicamente a la gestión del gasoducto del Magreb y a su vez se encargan también de la operación y mantenimiento de esta instalación que resulta estratégica para el sector gasista español.
Este pasado invierno, Medgaz redujo el bombeo de gas hacia España en plena tormenta Filomena y posteriormente la entrada tanto por este tubo como por el Magreb ayudó a equilibrar el sistema.