Emilio Martínez Lázaro en 1994 rodó una comedia titulada "Los peores años de nuestra vida". Quién nos iba a decir que éstos sería el 2020 y quién sabe si también 2021, que por supuesto no han tenido nada de divertidos.
Sin duda el año viejo es el peor de la democracia desde un punto de vista colectivo. Más de 70.000 muertos, cientos de miles de enfermos con secuelas y cerca de dos millones de contagiados oficiales. Económicamente no han ido mejor las cosas. Una caída del PIB de un 12% que podría haber sido del 25% si no hubiera sido por el escudo social y habría dejado en el paro a tres millones de personas. Estas cifras tan brutales no se registraron ni durante la Guerra Civil.
Desde el punto de vista institucional ha sido desolador. Don Juan Carlos de Borbón que para toda una generación fue un símbolo del triunfo de la democracia sobre la dictadura se nos ha caído, poniendo en jaque a la monarquía parlamentaria. La mayoría de los ciudadanos no son monárquicos, pero son constitucionalistas y el pacto de convivencia que se hizo entre la derecha conservadora y la izquierda progresista fue precisamente la monarquía parlamentaria como fórmula de convivencia.
Por otra parte la primera experiencia que hemos tenido de un gobierno de coalición entre socialistas y comunistas no ha podido ser más decepcionante. Las confrontaciones son permanentes, hasta el punto que el vicepresidente segundo Pablo Iglesias incita a los sindicatos a movilizarse contra el propio gobierno ¡Lo nunca visto!
Las instituciones están sufriendo y la crispación política se ha trasladado a la sociedad atenazándonos e impidiéndonos ver las soluciones que debemos adoptar de cara al futuro.
Los rebrotes provocarán que la primera parte del nuevo ejercicio no sea buena
Sin duda el año viejo ha sido un año negro, pero la gran pregunta es cómo será el año nuevo. El corresponsal durante diez años en España para The New York Times, Raphael Minder, que ha publicado "¿Esto es España?" (Península) es un convencido de que lo peor está por venir en el terreno económico. En su opinión, cuando desaparezcan las ayudas, subvenciones y créditos que han evitado el enfrentamiento social, la situación se va a crispar en la calle como nunca antes se ha producido. Reconoce que la vacuna y los 140.000 millones suavizarán las cosas si el gobierno lo gestiona bien, pero tiene grandes dudas de que lo consiga.
Previsiblemente la primera parte del ejercicio no será buena. Con los rebrotes la cuesta de enero va a ser muy dura y pondrá en un brete la campaña de Semana Santa. Sin embargo, probablemente a partir del segundo trimestre comenzará la ansiada recuperación en "V" que se mantendrá a lo largo del año. Es decir, el 2021 será un ejercicio de transición en el que no se recuperará todo lo que se ha perdido durante la pandemia, pero en el que se pondrán las bases para iniciar la recuperación que se irá desarrollando a lo largo de la década que se inicia.
Como afirma con rotundidad el corresponsal norteamericano, España ni es un estado fallido ni está al borde de la ruptura. Por el contrario, España es un país caliente en todos los sentidos, diverso y con muchas ganas de vivir y salir adelante.