No sé si es el odio o es la envidia lo que los nacionalistas, en general, y lo separatistas catalanes en particular le tienen a Madrid, pero sea el uno o la otra, la verdad es que cada vez que se refieren a "Madrit" simplemente desbarran. Ahora acusan a la capital y a la Comunidad Autónoma de dumping fiscal y de la mano de Rufián (¡qué apellido tan descriptivo!) el gobierno quiere subir los impuestos a los madrileños, cuando los madrileños aportamos a la Caja común del Estado el 180% más que Cataluña. Desde Cataluña se han venido a Madrid unas 4.000 empresas pero no a causa de ningún dumping fiscal, pues el impuesto de sociedades es igual en Madrid que en Cataluña y va directamente a las arcas del Gobierno central. Esas empresas han huido de Cataluña a causa del procés que las ha amenazado con ponerlas fuera de la UE.
Por otra parte, se puede estar o no de acuerdo con la política fiscal de la Comunidad de Madrid, pero es perfectamente legal.
Pero lo más chusco del caso han sido las palabras del nacionalista vasco Aitor Esteban, que el viernes pasado, en Euskadi Irratia, apoyó el pacto de ERC con el PSOE para una armonización fiscal en el Estado para "acabar con el paraíso fiscal de Madrid", pero -eso sí- "sin contradecir el concierto económico vasco". Vamos, armonización fiscal para Madrid y el resto, pero que no se toque la capacidad vasca de fijar un impuesto de sociedades más bajo que el del resto de España. Y todo a cuenta de que Sánchez necesita los votos de PNV y Bildu para sacar adelante los Presupuestos.
Y es que la cosa se las trae. Veamos: Según el INE, las tres comunidades con mayor renta per cápita son País Vasco, Madrid y Cataluña, por ese orden. Y lo que ocurre con la recaudación lo subraya Ángel de la Fuente, director ejecutivo de FEDEA, en su estudio "Sobre el sistema de financiación foral: notas para un debate necesario",
"A diferencia de lo que ocurre en el resto de España, las haciendas forales recaudan la práctica totalidad de los tributos, de los cuales transfieren, mediante el llamado Cupo, una aportación al Estado por competencias no asumidas".
Esa aportación al Estado calcula De la Fuente que está infravalorada en alrededor del 30%.
En Madrid en 2018 se recaudaron 84.430 millones de euros por medio de los tres grandes impuestos (Renta, IVA e Impuestos Especiales) y el Estado transfirió a Madrid 19.110 millones, 433 millones menos que a Cataluña. La Comunidad de Madrid retuvo el 22% de lo recaudado y el 78% fue destinado a financiar el resto de administraciones.
En el actual sistema de financiación, los más beneficiados han sido sistemáticamente los vascos y los navarros, que jamás han pagado lo que deben al Estado y tampoco aportan un céntimo para cubrir los enormes déficits que producen sus pensiones. Eso sí que es una vergüenza. Además, el sistema de reparto hoy vigente se creó en los tiempos de Zapatero y fue pactado con los gobiernos de Cataluña y de Andalucía, que salieron y salen muy beneficiados respecto al resto de comunidades autónomas.