Ayer se hicieron públicos los datos de desempleo del mes de agosto, datos registrados por las oficinas de empleo del Sepe.
Si bien el desempleo aumenta en 29.780 personas, esta cifra es la menor en un mes de agosto desde 2016. Es decir, tradicionalmente, agosto es un mes de aumento de desempleo, debido a la finalización del periodo vacacional, pues ya no se hacen necesarios los refuerzos de plantilla en hostelería y turismo.
Ahora bien, no tiremos las campanas a volar, ni mucho menos, ya que durante los meses anteriores -junio y julio- es cuando se dio la merma de empleo debido a la no contratación en volúmenes a los que nuestro país esta acostumbrado. Y es que los empresarios del sector no veían con la suficiente confianza la temporada de este año (razones no les faltaban) y por ello fueron muy prudentes unos en la contratación, y otros ya veían como las reservas no tenían el ritmo de otros años e incluso llegaron a cerrar. Sí, en plena temporada alta.
Por otra parte, comparar los datos de esta temporada de verano con los de años anteriores es un ejercicio inútil, ya que las circunstancias de este año son tan excepcionales y volátiles, que resulta difícil identificar un patrón de comportamiento del empleo, ya que no existe.
Lo que ya nadie duda es que - debido al Covid-19 y la gestión que estamos llevando a cabo de esta pandemia - nos acercamos inexorablemente a la cifra de los 4 millones de desempleados (este mes ya son 3.802.814). Lo que nos retrotraería a 2015 con un desempleo de 4.093.508 personas.
Y es que septiembre y octubre como mínimo, van a ser muy malos meses para el empleo: no reactivación de la demanda, despidos por ceses de actividad sobre todo en autónomos y microempresas, empresas que ya no aguantan su cuenta de resultados, plantillas en Erte que se convierten en despidos, etc.
Veamos las afiliaciones. 6.822 afiliados más en el mes de agosto es un dato relativamente positivo, sin embargo, las bajas de afiliación el ultimo día del mes superaron las 200.000.
Este incremento de la afiliación en agosto puede estar justificado por el incremento de altas en el sector de salud (sanidad y servicios sociales), que suma en agosto 31.795 afiliados más.
Ya sabemos que estamos en una etapa de nuestra historia de enorme incertidumbre económica y social. Pero lo cierto es que en momentos como el que estamos viviendo, sólo hay dos cosas más importantes que tomar buenas decisiones: la rapidez en ejecución de las medidas y la búsqueda de oportunidades en el escenario de cambio. ¿Lo estamos haciendo?
En estos momentos es importante que el tejido empresarial se resienta lo menos posible, por ello son necesarios los apoyos de la administración de forma decidida, diferenciando necesidades específicas de cada colectivo. Este apoyo debe ser a largo plazo, ya que reduce la incertidumbre en algunos aspectos. Además, debemos desarrollar acciones dedicadas hacia aquellos colectivos vulnerables (turismo, microempresas, actividades de alta interacción social).
España tiene una estructura económica donde sólo el 1,96% de las empresas tienen más de 10 empleados. Empresas y autónomos muy sensibles a los cambios del mercado, por ello la enorme importancia en las medidas de mantenimiento del empleo desde diferentes perspectivas. ¿A qué estamos esperando?