Por tercera vez, un Gabinete presidido por Pedro Sánchez se somete a la valoración anual de los lectores y los profesionales de elEconomista. En este trienio, nunca un equipo de Gobierno cosechó un suspenso tan rotundo. Ninguno de sus componentes aprueba, con la excepción de la vicepresidenta Nadia Calviño.
Es más, todos los ministros que también formaron parte del Ejecutivo en 2018 y 2019 empeoran sus notas. Es el resultado del surgimiento de una coalición en la que se cumplieron todos los malos presagios acerca de la llegada a Moncloa de Podemos. Ese hecho ocurrió, además, en el peor momento, cuando la gestión de una crisis histórica demandaba un Gobierno estable. En su lugar, bajo el amparo de un uso abusivo del estado de alarma, se desarrolló una gestión marcada por el unilateralismo, los errores y la improvisación. Es más, Podemos no tuvo escrúpulo en servirse de tan grave coyuntura para dar pábulo a sus reivindicaciones bolivarianas contrarias a la propiedad privada y sus ataques a las instituciones (desde la Corona a la Prensa). No es casual que el vicepresidente Pablo Iglesias obtenga una ínfima nota (2,43) o que entre los ministros peor valorados se sitúen, Alberto Garzón e Irene Montero, primeras figuras de ese partido. Sin duda, la labor de Nadia Calviño, como principal freno al extremismo de Podemos (en Moncloa y en la UE), contribuye al 5,38 de nota media que obtiene.
Los lectores y la redacción de 'elEconomista' penalizan la mala gestión de la epidemia desde el mes de marzo
Los meses posteriores al estado de alarma no han hecho más que ahondar la mala valoración del Gobierno. Resulta significativo el castigo a los titulares de Sanidad y Educación (ninguno llega al 3), fruto de la flagrante descoordinación que aún impera en estas áreas. El Gobierno sigue desbordado por la crisis y sumido en la desconfianza.
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