Opinión

El imposible giro al centro de Sánchez

  • Sánchez pretende aprovecharse de las contradicciones de Ciudadanos
El confuso giro al centro de Sánchez esconde un alza del gasto público

El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hace suyo aquello de "más vale solo que mal acompañado". Esta semana llegó a asegurar que "no dormiría tranquilo con inexpertos de Unidos Podemos al frente de los ministerios de Hacienda o de Transición Ecológica". Un mensaje dirigido a atraer el electorado de centro izquierda y dejar en el limbo el partido de Albert Rivera.

Hasta media docena de veces apeló el presidente en su último discurso televisado, emitido justo a la hora de comienzo del telediario de máxima audiencia, a la moderación de su Gobierno.

En las 370 medidas presentadas la semana precedente, el PSOE difuminó la referencia a la subida de impuestos, como señalamos. Los incrementos en Sociedades o del Impuesto a la banca no se citan y el de la presión fiscal a los altos directivos, queda en una mera declaración de principios. También se olvida, de momento, de las alzas fiscales al diesel, con las que había inaugurado la legislatura, y que ahora son imprescindible para cumplir con los objetivos de déficit pactados con Bruselas a falta de un ajuste del gasto.

Sánchez coge con la guardia baja tanto a PP como a Ciudadanos en materia de economía. Sobre todo, a este último. En la formación naranja, su anterior portavoz económico, Luis Garicano, se marchó a Bruselas como cabeza de lista, y el resto de su equipo abandonó a Rivera por discrepancias con los cambios en su posición electoral. Toni Roldán, experto en materia laboral, y Paco de la Torre, presidente de la Comisión de Presupuestos y experto en fiscalidad, dieron un sonoro portazo.

Pedro Sánchez gira al centro para  machacar a Rivera. Su plan esconde un gran alza del gasto

¿Quien manda ahora en él área económica de Ciudadanos? Marcos de Quinto, un ex alto directivo de Coca Cola, que salió de la multinacional tras un enfrentamiento con los sindicatos por un ERE que tumbaron los juzgados y sobre el que existe la sospecha de que en el último año se había ido a vivir a Portugal para pagar menos Impuesto de la Renta. Un gran ejemplo para los ciudadanos.

En la práctica, la formación naranja tiene dificultades hasta para redactar notas coherentes para difundir su opinión cuando se publican estadísticas de paro, inflación o PIB. Rivera se precipitó al echar a todos por la borda, sin buscar antes sustitutos solventes.

La llegada de De Quinto como número dos de la formación crea fuertes tensiones, porque rompió el estatus quo existente. Unas tensiones reforzadas por el traslado a Madrid de Inés Arrimadas con todo su equipo, que tuvo que hacerse hueco a codazos y que no acaba de entender el discurso en Madrid, menos agitado que en Barcelona.

La estampida de Arrimadas dejó en el aire su liderazgo en Cataluña, donde fue la candidatura más votada en las elecciones autonómicas. El voto huérfano de Ciudadanos en Cataluña es muy probable que en estos comicios vaya a colmar la cesta del PSC de Miquel Iceta, que ya experimentó un fuete incremento en la última cita electoral.

La formaciòn naranja ha perdido a sus referentes en materia económica

Para colmo de males, Rivera sustituyó a Arrimadas por Lorena Roldán, una desconocida aún entre la población. La joven política catalana arrastra el vía crisis de acudir en septiembre de 2013 a una Diada en pro de la independencia, que ella justifica por presión de sus jefes en la Diputación de Tarragona. Un acto difícil de explicar a un electorado radicalmente contrario a estas ideas.

El PP, que tiene muy claras sus ideas en materia económica, aún no ha tenido tiempo de recuperarse de la purga tras la salida de Rajoy. Ninguno de su anteriores estandartes sigue en pie. Soraya Sáenz de Santamaría, Fátima Báñez, los hermanos Nadal o Cristóbal Montoro fueron apartados. De la vieja guardia, solo queda la ex ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, ahora en otros menesteres. El abanderado de su programa económico en la pasada campaña, el tuitero Daniel Lacalle, hizo también mutis por el foro tras los pasados comicios.

El nuevo portavoz económico en el Congreso es Mario Garcés, un inspector de Hacienda con una buen currículo, pero con una trayectoria política muy corta.

Pero aún hay más. El alcalde de Madrid, el popular José Luis Martínez-Almeida, así como la presidenta de esta comunidad autónoma, Isabel Díaz Ayuso, acaban de anunciar un retraso en la bajada de impuestos que prometieron, hasta el momento en que las circunstancias lo permitan.

Una medida prudente, dada la coyuntura actual, pero que impedirá al PP centrar su mensaje electoral en esa idea y desluce la ofensiva emprendida a nivel nacional.

Eso sin contar con que la Comunidad de Madrid se ha convertido en un polvorín después de que el vicepresidente Ignacio Aguado, de Ciudadanos, apoyara la comisión de investigación sobre la presidenta por los créditos recibidos de Avalmadrid.

Las probabilidades de que Ayuso sea imputada por un presunto alzamiento de bienes son elevadísimas, lo que fracturaría la coalición y daría al traste con el Ejecutivo autonómico. Una vez más, el calendario de los acontecimientos va a ser esencial, para que no influya en los próximos comicios generales.

En estas circunstancias y con el liderazgo de Pablo Casado aún por consolidar, las posibilidades de un resurgir fuerte del PP son limitadas, como muestran los sondeos.

En cuanto a Vox, sus expectativas son menores tras la decepción de los últimos resultados. Quizá por ello, y para atraerse al votante de centro, Sánchez ha frenado en seco los ataques furibundos a Abascal, al que criticaba por defender posiciones radicales y desafiar la democracia.

Por su banda izquierda, el presidente prefiere dejar la batalla para derrocar a Pablo Iglesias en manos de Íñigo Errejón. El líder de Más Madrid lucha contra el reloj para presentar una lista convincente. Si lo consigue, puede desarmar a Podemos.

Sánchez basará su estrategia electoral en un incremento del gasto, que empleará en la defensa de los derechos sociales y de la igualdad, así como del cambio climático, como avanzó en la presentación de sus medidas. Un discurso fácil de asimilar por la población. ¿A quién le amarga un dulce?

Sánchez prepara un Real Decreto para actualizar las pensiones con arreglo a la inflación

Después de la subida desorbitada del Salario Mínimo Interprofesional, el Ministerio de Trabajo que dirige Magdalena Valerio ha emprendido una guerra contra el empleo precario. Las inspecciones se han duplicado, después de enviar 85.000 cartas a empresas sospechosas de incumplir la legalidad. Eso explica por qué no quería dejar este Ministerio, un importante instrumento de la política social, en manos de Pablo Iglesias.

Pero es en el ámbito de las pensiones (9,5 millones de votantes, en su mayoría de perfil conservador) donde desplegará toda su artillería. Prepara un Real Decreto para actualizar las pensiones con arreglo a la inflación, lo que colocará en unos años al Sistema de la Seguridad Social al borde del colapso si antes no se emprenden reformas.

En cuanto al cambio climático, los socialistas se vieron obligados a rectificar sobre la marcha su mención textual de prohibir los vehículos de combustión en 2040.

Jugará con los tiempos y con los electores, a los ocultará las consecuencias de sus verdaderas intenciones

España goza de una posición envidiable en energías renovables, pero el futuro puede acabar en un descalabro, que sacrifique miles de empleos, sin una adecuada evolución desde la industria de los combustibles fósiles, como pretende la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Y sobre todo, la factura de esta transición no deben pagarla los ciudadanos, como hasta ahora, con impuestos.

En su alocución televisada mencionó la palabra enfriamiento (la referencia a la crisis sigue siendo un término maldito en el diccionario socialista) para introducir una dosis de realidad, evitar las críticas que desacreditaron a Zapatero y, de paso, justificar ese incremento del gasto social.

Naturalmente, jugará con los tiempos y con los electores, a los que ocultará las consecuencias de sus verdaderas intenciones para acrecentar su victoria, antes de que lleguen tiempos peores. Su aventura concluirá metiendo más la mano en el bolsillo del ciudadano para financiar sus políticas. Sánchez pretende aprovecharse de las contradicciones flagrantes de Ciudadanos y de la debilidad del PP. Su imposible giro al centro esconde una potente subida de impuestos y del gasto, que habrá que sufragar entre todos.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky