
Telefónica acumula una caída en bolsa del 19 por ciento en el año, lo que deja a la firma 17 puntos rezagada frente a sus comparables europeos. Su aún elevado apalancamiento y su exposición a Latinoamérica y Reino Unido, lastran la cotización.
A pesar de ello, la operadora puede ser una buena opción de inversión si se tiene el cuenta el atractivo que sus dividendos ofrecen. Primero, porque los pagos son en efectivo, evitando así el efecto dilutivo que para el inversor tiene el scrip. Aunque lo más importante es la rentabilidad del 7 por ciento, de las más altas del Ibex y la segunda, entre sus comparables, cuyo futuro ningún analista pone en duda. Este elevado porcentaje supone sin duda un gran incentivo para el inversor. Más aún si se compara con la pobre rentabilidad que ofrecen otros productos, como la deuda.